viernes, 21 de marzo de 2008

UNA VISIÓN AGROECOLÓGICA DEL MOMENTO HISTÓRICO

UNA VISIÓN AGROECOLÓGICA DEL MOMENTO HISTÓRICO. ¿CUÁL ES LA GRAN TAREA DEL MOMENTO?

Baje este archivo en PDF, desde la siguiente dirección
http://www.scribd.com/doc/12732314/Vision-Agroecologica-Del-Momento-Historico

¿Sobre qué deberíamos conversar?, ¿Cuál es la prioridad del discurso en el momento actual de la humanidad? ¿Es sobre los sistemas económicos y políticos; sobre los sociales, sobre la tecnología? Decidirlo, a nuestro modo de ver, es de ineludible trascendencia. Hemos meditado mucho sobre esto y no encontramos otra urgencia para reflexionar que aquella dirigida hacia la suerte del futuro inmediato de la especie humana. ¿De qué nos sirven los debates políticos si simplemente no somos conscientes de que estamos al borde de la destrucción de la casa grande, la tierra, el único planeta que tenemos, al que estamos confinados? ¿En qué otro espacio territorial tendríamos la posibilidad de discutir o debatir quienes creemos en un sistema humanista, es decir, centrado en el hombre y relación armónica con la naturaleza, con aquellos compatriotas que defienden al actual, centrado en el capital, en la ganancia, si destruimos al planeta? ¿Es acaso una ficción o un alerta virtual el grito desesperado de los seres vivos que todos los días destruimos? ¡De ninguna manera! Nunca antes la humanidad había estado tan cerca de su destrucción como el día de hoy y el de mañana y durante los próximos días.

¡60 hectáreas de bosques por minuto se desforestan en la tierra!; ello equivale al 10% de la superficie del parque Mittar, Araure, Portuguesa, es como si en diez minutos lo desforestáramos! También equivale a desforestar 87.500 hectáreas diarias. Para tener una idea de esta dramática cifra digamos que es como dejar en desierto absoluto a un territorio del tamaño de Venezuela en apenas ¡3 años! Y estas son cifras promedio. En Estados Unidos, por ejemplo, desaparece una hectárea de árboles cada 19 segundos, 1140 cada minuto, 19 veces más que el promedio mundial.

En el mundo se pierden 5 m2 de selva por cada hamburguesa producida con carne de bovino. Significa esto que cada vez que usted se come una hamburguesa, se está comiendo 5 m2 de selva. Tal destrucción de superficie forestada conlleva la desaparición de 1000 especies vivas al año.

Todas estas cifras la produce la FAO, no las produce Fidel Castro, Hugo Chávez, o el INE venezolano, o el Ministerio de Planificación y Desarrollo del Poder Popular.
Pero más allá de ellas sólo basta con salir a la calle y sentir el agobiante calor que hace unos 10 años no sentíamos. Ese incremento de la temperatura nos obliga a comprar más ventiladores y aires acondicionados, es decir, artefactos que demandan más energía, que en mayor proporción proviene del petróleo, y más producción de petróleo significa mayor emanación de gases que incrementan el calentamiento global de la tierra: ¡Un ciclo perverso!

Sin ir muy lejos año tras año en Portuguesa las lluvias han sido pocas, tanto que el bajo nivel de precipitación afecta la producción agrícola.

Pero, ¿Si esa es la realidad, porqué no hacemos nada, porqué seguimos indiferentes ante ella? ¡Simplemente porque la humanidad está enferma!, padecemos el mal de la indolencia producida por la avaricia, por querer tener más, por querer ser ricos a costa de lo que sea, incluso, si es necesario, a costa de destruir la tierra.

* Si la tala de un árbol nos proporciona unos bolívares más de ganancia, lo talamos, que importa si él protege una fuente de agua.
* Si es necesario hacer una autopista para que funcione mejor el comercio, para que los comerciantes ganen más, la construimos, no importa tumbar los árboles que sean.
* Si montar una industria proporciona mayores ganancias para los empresarios, entonces la montamos, que importa si ella contamina el aire que respiramos.
* Si para producir más por unidad de tierra, es decir, para incrementar el rendimiento de un cultivo y obtener ganancias adicionales sea necesario utilizar agroquímicos en cantidades mayores, los aplicamos, que importan los nacimientos de niños hidrocefálicos, sin brazos, deformes, la contaminación de los alimentos, la destrucción de los suelos.

¡La ganancia hermanos!. La ganancia pareciera, y de hecho lo es, ser la razón de ser y de existir para la mayoría de los seres humanos.


La búsqueda de la ganancia irracional es lo que explica:

- Que dos de cada 5 humanos vivan con menos de 5 mil bolívares diarios

- Que hoy 500 millones de personas padezcan de escasez de agua, y que dentro de apenas 18 años, para el 2025, serán 3400 millones, el equivalente a la mitad de la población mundial que habita la tierra en estos momentos.

- Que los 14 latinoamericanos más ricos acumulen riquezas equivalentes a los 100 millones más pobres del continente.

- Que en Bolivia el 97% de la población sea pobre, y que más del 50% no conozca los servicios básicos.

- Que en América Latina el 10% más rico se lleve el 60% de la riqueza.

- Que en EUA viva el 6% de la población de toda la tierra y concentre el 50% de la riqueza mundial.

- Que en el mundo se gasten 900 mil millones de dólares en presupuestos militares y que la mitad de esa cifra la gaste sólo EUA.

- Que con sólo el 10% de lo que gasta EUA, según la ONU, bastaría para asegurar lo esencial de la vida de todos los habitantes del mundo.

- Que con tan sólo el equivalente al 4% de la riqueza acumulada de las 225 personas más ricas del mundo, bastaría para cubrirles a los 6 mil millones de humanos agua, educación y salud.

- Que las tres personas más ricas del mundo tengan posesiones que superan todo lo que producen los 48 países menos adelantados de la tierra.

- Que las 15 personas más ricas del mundo tengan riquezas equivalentes a todo lo que produce el continente africano.

- Que las 84 personas más ricas del mundo tengan riquezas superiores a todo lo que producen los 1400 millones de habitantes que tiene China.
Este es el mundo en cifras y estadísticas, como le gusta a la oposición. La ganancia es un objetivo propio de los sistemas económicos que promueven la libre empresa, que adoran y veneran al dinero, que estimulan el esfuerzo individual cuando nos dicen en las escuelas, universidades, iglesia, familia: “¡Vamos, tu puedes, lucha por vivir mejor, por tener una casa, un carro, una posición!”. Cuando somos padres queremos que los hijos sean doctores y presidente de la república, abogados, arquitectos, ingenieros, porque pensamos que así será posible ser ricos, pero nunca deseamos que sean agricultores o pintores o filósofos o músicos. Y si nos hemos graduado y aún no tenemos carro, es porque nos va mal; el carro es una medida de bienestar.

La pregunta es, entonces, ¿Por qué seguimos empeñados en defender a ese sistema económico que se conoce como capitalismo si sabemos que su práctica cotidiana nos lleva irremediablemente hacia la aniquilación de la especie humana? ¡Por la sencilla razón de que lo llevamos en los tuétanos, sus postulados nos los inyectaron en los genes, en la sangre, a través de la educación, la religión, la televisión, la prensa, la radio, etc.! El sistema capitalista ha sido muy eficiente en moldear la conciencia colectiva para que todos queramos ser millonarios.

Por lo tanto del colectivo, del pueblo, es de donde debe emerger el Poder Popular, en donde se legitima la soberanía del pueblo, debemos tener presente esa realidad y asumir el compromiso de adelantar dos grandes tareas urgentes: cambiar nuestras conciencias y revolucionar sobre esa realidad para construir, en colectivo, un nuevo sistema, diferente, humano, que respete a la naturaleza, que privilegie la vida por encima de la ganancia, que el objetivo sea reproducir las condiciones materiales necesarias para garantizar a las generaciones futuras un planeta en el que puedan existir; si ese sistema se llama Socialismo, abracémoslo; o humanista, como sea, pero que en nada se parezca al capitalista de hoy, ni a cualquier otro que haya existido en al tierra que no hubiera servido para resolver los problemas básicos de subsistencia de la humanidad.

Reflexionar sobre nuevas formas de vincular al pueblo con la institucionalidad emergente, no debe ser sólo un acto político, sino fundamentalmente un acto de amor; amor por la naturaleza, por el que está al lado nuestro, por los hijos que no son nuestro engendro y por aquéllos que aún no han nacido; amor por la insignificante hormiga que construye la entrada de oxígeno al suelo para que las bacterias y otros microorganismos puedan producir el alimento de las plantas y éstas su fruto para alimentarnos; por la laboriosa abeja que fecunda las flores y nos da la dulce miel; amor y respeto por la gota de agua, que cuando se junta con las miles que vienen de las montañas, dan vida a los ríos que surten los acueductos de agua potable; amor por el aire, en fin amor por la tierra.

¡Que tremenda responsabilidad, hermanos y hermanas!; asumámosla sin dilación, sin esquivos, sin excusas, con total entrega y dedicación. Cuando debatamos sobre cuáles deberían ser las nuevas formas organizativas del pueblo y de la institucionalidad en el sector agrícola que queremos, pensemos en que deben ser aquéllas que garanticen contribuir con la defensa de la tierra; cuándo debatamos sobre las leyes, seamos primero humanos y después abogados; cuando debatamos sobre la nueva geometría del poder, asegurémonos que éste sirva para hacernos más humanos y menos bestias.

Les invitamos, primero a ustedes, hombres y mujeres de las montañas, productores de Agua, Oxígeno y Vida y, luego a ustedes mujeres y hombres del gobierno, a iniciar hoy la quijotesca tarea de cambiar las condiciones que nos llevan, irremediablemente, hacia la destrucción de la humanidad.

¡Cambiemos, volvámonos humanos!, debe ser el lema a partir de hoy. Convirtámonos en parteros de la tierra, en alumbradores de conciencia, en constructores de vida!.

¡Cambiemos!. Que cada acción diaria nuestra, por más insignificante que parezca, sea parte de la suma de todas aquellas destinadas a parir al hombre nuevo del Che, a la nueva patria!

¡Cambiemos!, impregnémonos del más infinito amor; sin él no podremos convertir nuestra revolución en verdadera revolución; sin él, como decía El Presidente heroico, Salvador Allende, no se abrirán las grandes alamedas para que pasen victoriosos los ríos de luz; incluso sin amor seremos incapaces de ver el amor que hay en los pueblos cuando hacen de la guerra un acto de amor; como dice el poeta, la guerra de hoy es la paz del futuro; hoy nuestra guerra la libramos con las ideas por delante, pero que nadie se equivoque, porque, si es necesario, mañana las armas sustituirán las ideas para defenderlas a ellas.

¡Nuestras esperanzas sólo pueden venir de los sin esperanza!

¡No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos!

¡Los que aún tienen miedo estarán con nosotros si nos mantenemos firmes!

¡Seamos realistas: pidamos lo imposible!

¡La poesía está en la calle!

¡Decretemos el estado de felicidad permanente!

Por un Proyecto Agroecológico para Araure

UN COMPROMISO POR LA PACHAMAMA

A las niñas y niños; a los adolescentes; a las mujeres y los hombres adultos; a los vientos que huyen de la nada; a los ríos, hacedores de rúas profundas; a los árboles, testigos mudos y copas libertinas; a las abejas y hormigas; a las golondrinas y sus nubes, andarinas del cielo; al viejo búho; al águila; al caballo y la rana; a Rocinante y Palomo; a la mantis religiosa que engulle vida por la vida; al feroz león y al manso asno; a la rápida colibrí y al lento morrocoy; a la veloz liebre y al pícaro zorro; en fin a los seres vivos, nuestros hermanos; a los de ayer vida hoy tierra; a los que aún no vinieron, esto declaramos:

Que juntamos voluntades y querencias, tristezas y recuerdos, pesares y alegrías para redescubrir y rescatar en esos sentimientos al resto de humano que yace dormido en nuestra alma ingenua.

Nos juntamos en la tierra, en el aire, en el agua, con el crepúsculo y el cardenalito arisco, los venidos de las montañas venezolanas, los extraviados entre cafetales, para encontrarnos ¡Y nos encontramos!.

…para construir, cual columna de coliseo, fuerte, indestructible, un solo cuerpo con todos los cuerpos que huelen a tierra, andariegos de mil caminos, arrieros de esperanzas.

…para hurgar en el tiempo y recuperar, del ya pasado, nuestra historia perdida entre la modernidad.

…para reinventar nuestra hechura de materia y espíritu, desdoblada por el afán desmedido de la ganancia fácil.

…para recordar a todos que al destruir a la Pachamama nos destruimos a nosotros mismos.

…para jurar que:

Creemos en ti vida.
Creemos en la agroecología, la ciencia subversiva
Creemos en nosotros, condición para creer.
Creemos en la naturaleza, madre de todos.
Creemos en el aire, en el calor, en las estrellas.
Creemos en los pájaros negros, rojos, multicolores.
Creemos en la danza de la corocora al compás del silencio.
Creemos que los peces caen del cielo, como lo cree el llanero que pisa en Camaguán los esteros.
Creemos que el yocoyoco cura la culebrilla.
Creemos en el rezo que espanta los gusanos del maizal.
Creemos en el duende que hacía reír con sus morisquetas al niño que éramos.
Creemos en la tertulia de las ranas y los grillos contándose de noche los chismes del día.
Creemos en la cigarra que se esconde muchos años a ensayar su único canto.
Creemos en la Mantis y el zángano, machos que entregan su vida a su hembra amando.
Creemos tanto en el día como en la noche misma: son fieles, leales, nunca se esconden aunque se huyen.
Creemos en la quijotesca tarea del Hombre Árbol de Araure, Gonzalito: quiere preñar de vida toda la tierra con sólo sus manos.
Creemos en la mujer, dadora de vida, compañera, éxtasis y tranquilidad, confidente y amiga
Creemos en nuestros hijos como en los de toda la tierra.
Creemos en la amistad y en los amigos.
Creemos en la embriaguez del ebrio, en su sonrisa ingenua y sus ojos de culebra.
Creemos en nosotros, seres de la montaña; hombre, mujer, niña, niño, campesinos y campesinas.
Creemos en nuestro negro escupitajo de chimó que pinta quimeras marrones en la tierra.
Creemos en nuestro olor hechura de horas de caminata y de trabajo.
Creemos en el Dios Revolucionario, guía y luz de la esperanza, de la lucha del pueblo, de la utopía, de los sueños.
Creemos en los amores de Bolívar y Sucre, de Bolívar y Manuela.
Creemos en la cordura del loco y en la locura del cuerdo.
Creemos, con el poeta, en los Poderes Creadores del Pueblo.
Creemos en nuestras equivocaciones madre de los aciertos.
Creemos que el día del amor es hoy como lo fue ayer.
Creemos tanto en las lágrimas saladas del cielo que salaron las aguas del mar, como en las del pueblo que harán parir al hombre nuevo.
Creemos en el miedo y en la valentía de los hombres.
Creemos en las verdades construidas desde las síntesis humanas.
Creemos en la memoria de los pueblos aunque esté callada.

En fin juramos convertir nuestro aliento en simiente eterno.
Juramos respetar a la Pachamama y sus hijos como nuestra madre y hermanos
Juramos reencarnar Curupira, protector de la naturaleza.
Juramos volvernos montaña
Juramos convertirnos en productores agua, oxígeno y vida
Juramos engendrar, desde el alma yerta, el espíritu del hombre nuevo.

Si no cumplimos mataremos a la Pachamama y moriremos con ella.

Y seguiremos creyendo, es nuestra esencia.

Una perspectiva agroecologica

Una perspectiva agroecologica para una agricultura ambientalmente sana y socialmente mas justa en la America Latina del siglo XXI

Miguel A. Altieri
Clara I. Nicholls
Universidad de California, Berkeley


Introduccion

Durante los 80s “ la decada perdida” America Latina paso por periodos de crisis economica caracterizada por extraordinarios costos ambeintales y sociales, en la mayoia de los casos no contabilizados por la economia neoliberal. A pesar de numerosos proyectos internacionales/nacionales de desarrollo rural, la pobreza, la inseguridad alimentaria, el deterioro de la salud y la degradacaion ambiental fueron problemas que continuaba aquejando a la problacion rural. Cada vez se hacia mas evidente que los modelos convencionales de modernizacion de la agricultura, basados en monocultivo de- pendientes de un alto nivel de insumos agroquimicos, era un modelo no viable desde el punto de vista social y ecologico.
En la medida que los paises Latinoamericanos se insertaban en el orden economico internacional, el modelo agroexportador se expandia en ausencia de una distribucion efectiva de las tierras, beneficiando en primer lugar a los productores mas ricos que controlaban los mejores terrenos. Estos cambios acentuaron la brecha entre campesinos y agricultores empresariales desencadenando una serie de procesos y tendencias preocupantes que se reflejaban en el aumento de la pobreza rural, la inseguridad alimentaria y la degradacion de los recursos naturales.
Este escenario proveia el contexto para que en la Cumbre de Rio de 1992 los representates de America Latina articularan una vision de una agricultura que fuera economicamente viable y mas competitiva pero que a la vez fuera socialmente mas justa y ecologicamente mas sana. Elementos de esta vison se incorporaron timidamente en la agenda 21 y despues de 10 anos de virtual “no implementacion” de los objetivos de tal agenda, se puede concluir que la situacion de la agricultura y el desarrollo rural en America Latina es mas critica y preocupante que a fines de la decada perdida. Hay que reconocer que a pesar de las deficiencias internas, fuerzas externas a la region como la globalizacion, la emergencia de la biotecnologia y el creciente control corporativo del sistema alimentario han jugado un papel clave en determinar el pauperrimo estado del arte de la agricultura Latinoamericana a comienzos del siglo XXI.

Los ultimos 10 anos

Desde Rio hasta hoy, la situacion de la agricultura en America Latina no ha cambiado, mas bien se ha empeorado:

73 millones de los 123 millones de personas que habitan las zonas rurales aun viven en la pobreza, cifras que tienden a agravarse, especialmente entre la poblacion indigena. La poblacion campesina en las laderas representa el 40-50% de la poblacion rural pobre.
La agricultura campesina ocupa unas 60 millones de hectareas, caracterizandose por un tamano medio de finca de 1.8 hectareas ( las cuales se continuan subdividiendo), sistemas en los cuales se genera el 41% de la produccion agricola para el consumo domestico, o sea el 51% del maiz, 77% de los frijoles y 61% de las papas. Esta produccion campesina continua subsidiando la demanda urbana por alimentos al recibir precios bajos por sus productos. La caida de precios de los productos campesinos, la falta de credito y la distancia a mercados son todos factores que contribuyen al empobrecimiento de los agricultures pequenos.
Los campesinos ademas continuan siendo marginados por los avances tecnologicos; en Mexico menos del 12 % adoptaron variedades mejoradas y solo el 25 % han incoprorado fertilizantes. En los Andes, menos del 10% de los campesinos han tenido acceso a fertilizantes y variedades nuevas de papas. En otras palabras la mayoria del campesinado aun maneja sus sistemas con tecnologias de bajo insumo, en algunos casos por condiciones de pobreza, pero en muchos casos voluntariamente por tradicion etnoecologica.
La produccion de alimentos basicos ha crecido muy por debajo de la produccion de forrajes para el ganado y de cultivos comerciales (no tradicionales ) para la exportacion. Mientras que los ingresos por exportacion han declinado para café, cacao y algodon, las exportaciones de soya , flores y hortalizas se han incrementado entre 4-ll%.
La tenencia de la tierra se torna cada vez mas concentrada en manos de grandes empresarios y corporaciones que controlan las mejores tierras, suelos y recursos hidricos para la produccion de cultivos de alto valor commercial. La falta de oportunidades economicas en el area rural forzan a la migracion de miles de personas, en especial jovenes, contribuyeno a la feminizacion y ancianizacion del agro.
La agricultura comercial y de exportacion ha conllevado al incremento en el uso de agroquimicos. La region consume el 9,3% de los pesticidas utilizados en el mundo. Solo en America del Sur se invierten mas de 2.700 millones de dolares anuales en importacion de pesticidas, muchos de ellos prohibidos en el norte por razones ambientales o de salud humana. Muy pocos estudios han medido el impacto ambiental y social de esta intensificacion agroquimica, pero se sospecha que supera los 10 mil millones de dolares al ano, si se cuantificaran los costos ambientales de contaminacion de aguas y suelos, danos a la vida silvestre y el envenenamiento de personas. Estos costos no incluyen los impactos ambientales asociados ( contaminacion de aguas con nitratos, eutroficacion de rios y lagos, etc) con el incremento del uso de fertilizantes nitrogenados ni los problemas de salinizacion ligados al riego en zonas no apropriadas.

Hacia fines del siglo XX ya existian fuerzas que determinaban no solo que se produce, cuanto y como, sino tambien que se investiga , como , por y para quien. Aunque hay muchas fuerzas en juego, se podria afirmar que las principales son:

la emergencia del sector privado como actor predominante en la investigacion, y la dominanacia del Mercado agricola y tecnologico por un conglomerado de corporaciones que, combinado a un monopolio de patentes, tienen un control sin precedente sobre la base biologica de la agricultura y del sistema alimentario en general. Los sistemas actuales de proteccion de derechos de propiedad intelectual han tendido a aumentar el costo de control de transferencia tecnologica norte-sur, los cuales pueden dejar a los paises latinoamericanos ( en especial el campesinado) literalmente fuera del ambito del acceso al nuevo conocimiento. De hecho, los derechos corporativos sobre los genes obligan a cualquier institucion publica a negociar licencias con varias companias biotecnologicas antes de que estas puedan liberar al campo una variedad de cultivo geneticamente modificada, que pudiera ser de utilidad a agricultures pobres. Esta tendencia puede constituir una oportunidad mas que un obstaculo para re-orientar la produccion hacia una linea mas agroecologica basada en el bien comun.

Aunque se piensa que la apertura de la economia mundial conjuntamente con la liberacion arancelaria trae consigo la posibilidad de que los agricultores de la region puedan vender en mercados hasta ahora inaccesibles, esto no es real ya que en la ausencia de subsidios, los precios agricolas tienden a aumentar y los primeros en beneficiarse son los agricultores del Norte cuya agricultura se subsidia cada vez mas. La globalizacion obliga a los paises latinoamericanos a reducer los niveles de proteccion para los productos domesticos y eliminar las barreras para la importacion ilimitada de productos europeos y norteamericanos. La experiencia de Haiti uno de los paises mas pobres es ilustrativa. En l986 Haiti importaba alrededor de 7000 toneladas de arroz, porque la mayor parte se producia en la isla. Cuando abrio su economia, la isla fue inundada por arroz subsidiado de USA, llegando a importar en l996, 196 mil toneladas de arroz a un costo de US $ l00 millones anuales. No solo Haiti se hizo dependiente de importar arroz sino que el hambre se incremento.

La difusion de la biotecnologia como paradigma tecnologico prioritario, desplaza a otros enfoques mas integradores y holisticos en las Universidades y centros de investigacion y la siembra masiva de cultivos transgenicos ( en especial en Argentina, Chile y por contrabando en Paraguay y Brasil) comienza a desencadenar un proceso con efectos socioeconomicos y ambientales mas dramaticos que los experimentados con la Revolucion Verde. En Argentina la siembra de soya transgenica resistente al Round-up al facilitar el manejo de malezas, ha sido un instrumento efectivo para concentrar tierra, ya que la manera de sobrevivir en la agricultura de ese pais es hacerse cada vez mas grande. En Mexico la contaminacion de variedades criollas de maiz en Oaxaca es el primer signo de que la integridad genetica del centro de origen mundial de maiz se puede ver comprometida. En Chile, las corporaciones usan el doble verano del sur para multiplicar sus semillas transgenicas, en ausencia de todo monitoreo sobre posibles impactos del flujo de genes en el polen sobre poblaciones de insectos lepidopteros o plantas silvestres emparentadas, o de los culivos BT sobre organismos beneficos en el suelo. Los efectos ecológicos de los cultivos obtenidos vía ingeniería genética no se limitan a la resistencia de plagas o a la creación de nuevas malezas o razas de virus. Los cultivos transgénicos pueden producir toxinas ambientales que se movilizan a través de la cadena alimentaria y que pueden llegar hasta el suelo y el agua afectando así a los invertebrados y probablemente alteren procesos ecológicos como el ciclo de los nutrientes. Aún más, la homogeneización en gran escala de los terrenos con cultivos transgénicos exacerbará la vulnerabilidad ecológica asociada con la agricultura en base a monocultivos . No es aconsejable la expansión de esta tecnología a los países de la region. Hay fortaleza en la diversidad agrícola de muchos de estos países, la cual no debiera ser inhibida o reducida por el monocultivo extensivo, especialmente si el hacerlo ocasiona serios problemas sociales y ambientales.

La dominancia del internet y otros medios modernos de informacion podrian abrir una avenida importante para el desarrollo agricola basado en el conocimiento, si es que estos medios no solo beneficiaran a aquellos con acceso a capital y la tecnologia, dejando fuera del acceso al conocimento a millones de pobres en la region. No hay duda que el conocimiento cientifico de punta sera cada vez mas costoso, restringido y poderoso. Las instituciones publicas dedicadas a la investigacion y extension agricolas estan cada vez mas debilitadas sin posibilidades de resguardar de que el conocimiento llegue por otras vias accesibles a los miles de agricultores de menores recursos. Por otro lado han surgido varias iniciativas de base, como redes de agricultor a agricultor que han servido para la difusion masiva de conociminto agroecologico.

Es claro que ha comienzos del siglo XXI la modernizacion agricola no ha ayudado a solucionar el problema generalizado de la pobreza rural, ni ha mejorado la distribucion de la tierra agricola. Las opciones que se han ofrecido para modernizar la agricultura han sido buenas en el corto plazo para los agricultures de mejores recursos, pero no han sido adecuadas a las necesidades ni condiciones de los campesinos. Todo esto en presencia de politicas agrarias sesgadas contra la agricultura campesina, favoreciendo los cultivos de exportacion no tradicionales que desplazan a los no tradicionales y a la produccion de granos para consumo domestico. La integracion de los paises al mercado internacional ignora las necesidades de los mercados locales-regionales y socaba las oportunidades de mejorar la balanza de pagos regionales a traves de un programa de seguridad alimentaria que podria establecer las bases para reducir la pobreza masiva y crear un modelo mas equitativo y sustentable de desarrollo.

El desafio para la region post- Johannesburgo

Cualquiera sea la discusion que se lleve a cabo en Johannesburgo sobre la agricultura Latino Americana, si hay seriedad en esta, sera inedulible que toda estrategia a considerarse para mejorar la agricultura de la region debera:

reducir la pobreza
conservar y regenar la base de recursos naturales (suelo, agua, biodiversidad,etc)
promover la seguridad alimentaria a nivel local y regional
potenciar (empower) las comunidades rurales para que participen en los procesos de desarrollo
crear alianzas institucionales que faciliten un proceso participativo y autoctono de desarrollo
fomentar politicas agrarias que favorezcan el desarrollo agricola sustentable

Lo importante es recalcar en las declaraciones internacionales, que en el desarrollo sustentable no se trata de encajar la cuestion ambiental dentro de regimenes agricolas ya establecidos, sino de buscar una sinergia real entre ecologia, economia y ciencias agrarias. Concretar esta vision significara reorientar la investigacion, ensenanaza y extension agricolas para enferntar los desafios de la gran masa de campesinos pobres y sus ecosistemas fragiles, pero asegurando tambien la sustentabilidad de la agricultura comercial en zonas mas favorables y en areas intensivas de produccion. Para esto sera necesario introducir una racionalidad ecologica en la agricultura para minimizar el uso de insumos agroquimicos y transgenicos, complementar los programas de conservacion de agua, suelo y biodiversidad, planificar el paisaje productivo en funcion de las potencialidades del suelo y clima de cada ecoregion, y potenciar el rol multifuncional de la agricultura como generadora de ingresos, alimentos y servicios ambientales y culturales.

Para promover los cambios necesarios, sera importante que los profesionales agricolas que determinan politicas economicas y de manejo de recursos entiendan que:

la maximizacion de los rendimientos y de la rentabilidad no se puede lograr sin considerar los limites ecologicos de la produccion, ni tampoco sin considerar la equidad de como los beneficios de la produccion seran distribuidos entre los que participan en el proceso de produccion y consumo
los problemas de la sostenibilidad no se pueden considerar aisladamente, ya que los sistemas de produccion estan ligados no solo a condiciones e instituciones locales, sino que tambien responden a presiones economicas y de mercado a nivel nacional y global
No sera posible continuar realizando analisis economico que excluya el valor de cambios en productividad o de las externalidades asociadas a la intensificacion agricola. Ignorar los costos ambientales “escondidos” solo sobrevalora las practicas agricolas degradantes y subestima el valor de practicas agroecologicas que conservan recursos.
Las politicas agricolas que ignoran la productividad y calidad de los recursos naturales contribuyen a disminuir la sustentabilidad y a causar perdidas economicas significativas. Cuando se incluyen los costos de la degradacion ambiental en el calculo de la rentabilidad agricola, las practicas agroecologicas se perfilan competitivas con las de corte convencional.

Para realizar un cambio importante de la trayectoria agricola en la region sera fundamentar centrar acciones en las siguientes areas:
desarrollo y difusion de practicas y tecnologias de base agroecologica
estimular organizacion social en comunidades rurales, facilitar acceso a tierra y recursos productivos, asi como a servicios sociales e infraestructura
reformar instituciones de investigacion y de extension, de manera que la agenda de investigacion responda a las necesidades y problemas locales.
cambios curriculares en las Universidades agricolas para preparar los profesionales del futuro con una solida base agroecologica
creacion de sistemas de precios justos y de mercados solidarios, asi como incentivos (microcredito, etc) para que los agricultores puedan adoptar practicas regeneradoras y comienzen la transicion hacia una agricultura sustentable.


La propuesta agroecologica
Los defensores de la Revolución Verde sostienen que los países de America Latina deberían optar por un modelo industrial basado en variedades mejoradas ( en especial transgenicos) y en el creciente uso de fertilizantes y pesticidas a fin de proporcionar una provisión adicional de alimentos a sus crecientes poblaciones y economías. El problema es que la biotecnología no reduce el uso de agroquímicos ni aumenta los rendimientos. Tampoco beneficia a los consumidores ni a los agricultores pobres. Dado este escenario, un creciente número de agricultores, ONGs y otros propulsores de la agricultura sostenible propone que en lugar de este enfoque intensivo en capital e insumos, los países de la region deberían propiciar un modelo agroecológico que de énfasis a la biodiversidad, el reciclaje de los nutrientes, la sinergia entre cultivos, animales, suelos y otros componentes biológicos, así como a la regeneración y conservación de los recursos.
Una estrategia de desarrollo agrícola sostenible que mejora el medio ambiente debe estar basada en principios agroecológicos y en un método participativo en el desarrollo y difusión de tecnología. La agroecología es la ciencia que se basa en los principios ecológicos para el diseño y manejo de sistemas agrícolas sostenibles y de conservación de recursos, y que ofrece muchas ventajas para el desarrollo de tecnologías más favorables para el agricultor. La agroecología se erige sobre el conocimiento indígena y tecnologías modernas selectas de bajos insumos para diversificar la producción. El sistema incorpora principios biológicos y los recursos locales para el manejo de los sistemas agrícolas, proporcionando a los pequeños agricultores una forma ambientalmente sólida y rentable de intensificar la producción en áreas marginales .
Se estima que a nivel global, aproximadamente 1.9 a 2.2 mil millones de personas aún no han sido tocadas directa o indirectamente por la tecnología agrícola moderna. En América Latina la proyección es que la población rural permanecera estable en 135 millones hasta el año 2005, pero 61 por ciento de esta población es pobre y la expectativa es que aumente. La mayor parte de la pobreza rural (cerca de 370 millones) se centra en áreas de escasos recursos, muy heterogéneas y predispuestas a riesgos. Sus sistemas agrícolas son de pequeña escala, complejos y diversos. La mayor pobreza se encuentra con más frecuencia en las zonas áridas o semiáridas, y en las montañas y laderas que son vulnerables desde el punto de vista ecológico. Tales fincas y sus complejos sistemas agrícolas constituyen grandes retos para los investigadores.
Para que beneficie a los campesinos pobres, la investigación y el desarrollo agrícolas deberían operar sobre la base de un enfoque «de abajo hacia arriba», usando y construyendo sobre los recursos disponibles -la población local, sus conocimientos y sus recursos naturales nativos. Debe tomarse muy en serio las necesidades, aspiraciones y circunstancias particulares de los pequeños agricultores, por medio de métodos participativos. Esto significa que desde la perspectiva de los agricultores pobres, las innovaciones tecnológicas deben:
· Ahorrar insumos y reducir costos
· Reducir riesgos
· Expandirse hacia las tierras marginales frágiles
· Ser congruentes con los sistemas agrícolas campesinos
· Mejorar la nutrición, la salud y el medio ambiente
Precisamente es debido a estos requerimientos que la agroecología ofrece más ventajas que la Revolución Verde y los métodos biotecnológicos. Entre las características promisorias de las técnicas agroecológicas esta el hecho que :
· Se basan en el conocimiento indígena y la racionalidad campesina
· Son económicamente viables, accesibles y basadas en los recursos locales
· Son sanas para el medio ambiente, sensibles desde el punto de vista social y cultural
· Evitan el riesgo y se adaptan a las condiciones del agricultor
· Mejoran la estabilidad y la productividad total de la finca y no sólo de cultivos particulares.
Hay miles de casos de productores rurales que, en asociación con ONGs y otras organizaciones, promueven sistemas agrícolas y conservan los recursos, manteniendo altos rendimientos, y que cumplen con los criterios antes mencionados. Aumentos de 50 a 100 por ciento en la producción son bastante comunes con la mayoría de métodos agroecologicos. En ocasiones, los rendimientos de los cultivos que constituyen el sustento de los pobres- arroz, frijoles, maíz, yuca, papa, cebada- se han multiplicado gracias al trabajo y al conocimiento local más que a la compra de insumos costosos, y capitalizando sobre los procesos de intensificación y sinergia. Más importante tal vez que sólo los rendimientos, es posible aumentar la producción total en forma significativa diversificando los sistemas agrícolas, usando al máximo los recursos disponibles .
Muchos ejemplos sustentan la efectividad de la aplicación de la agroecología en el mundo en desarrollo. Se estima que alrededor de 1.45 millones de familias rurales pobres que viven en 3.25 millones de hectáreas han adoptado tecnologías regeneradoras de los recursos incluyendo en Brasil, 200,000 agricultores que usan abonos verdes y cultivos de cobertura duplicando el rendimiento del maíz y trigo, y en Guatemala-Honduras donde 45,000 agricultores usaron la leguminosa Mucuna como cobertura para conservación del suelo triplicando los rendimientos del maíz en las laderas. En México aproximadamente 100,000 pequeños productores de café orgánico aumentaron su producción en 50 por ciento. Es claro que existen muchos ejemplos de iniciativas para mejorar la seguridad alimentaria a nivel de comunidades, las cuales han emergido a pesar de la existencia del orden macro-economico imperante. Cada una de estas iniciativas representa un “espacio de esperanza” ( o faro agroecologico) para la gente involucrada, que pese a su estado disperso actual comienzan a constituirse en una masa critica que desafía el orden imperante que perpetua el hambre y la inseguridad alimentaria. Muchas de estas iniciativas constituyen ejemplos exitosos de acción colectiva y representan lecciones valiosas de innovación local . La sistematización de principios agroecologicos y sociales que soslayan el éxito de tales iniciativas puede contribuir a la emergencia de guías metodológicas para promover acciones hacia la seguridad alimentaria en otras comunidades afectadas por el hambre. De hecho a pesar de la diversidad de iniciativas a lo largo de América Latina, las experiencias exitosas comparten una serie de comonalidades metodológicas :
· incluyen participación social activa sobre todo de mujeres y jóvenes
· se basan en conocimiento tradicional y recursos locales
· usan enfoques y principios agroecologicos
· usan metodológias participativas en la generacion tecnologica
· las comunidades están organizadas
· se fomentan los mercados locales
· se utilizan sistemas de micro-credito y financiamiento.

Aspectos comunes a todas estas iniciativas es el foco en la innovación local, tecnologías y la conservacion y uso recursos naturales autóctonos, el enfasis en evitar el riesgo y la dependencia, el empoderamineto de las comunidades y la construcción de capital humano, fomentando que la juventud se quede en las áreas rurales.



Historias exitosas en América Latina
Estabilización de las laderas en América Central: Quizás el principal reto de la agricultura en América Latina ha sido diseñar sistemas de cultivo para las áreas de laderas, que sean productivos y reduzcan la erosión. Vecinos Mundiales asumió este reto en Honduras a mediados de la década de los 80. El programa introdujo prácticas de conservación del suelo como el drenaje y el diseño de canales, barreras vegetales y paredes de roca, así como métodos de fertilización como el uso de abono de excremento de pollos y cultivos intercalados con leguminosas. Los rendimientos de granos se triplicaron y en algunos casos se cuadruplicaron, de 400 kg por hectárea a 1200-1600 kg. El aumento del rendimiento aseguró una amplia provisión de granos a las 1200 familias participantes en el programa.
Varias ONGs de América Central han promovido el uso de leguminosas como abono verde, una fuente gratuita de fertilizante orgánico. Los agricultores del norte de Honduras están usando el frijol velloso con excelentes resultados. Los rendimientos de maíz son ahora más del doble del promedio nacional, la erosión y las malezas están controladas y los costos de preparación del terreno son menores. Aprovechando la bien establecida red agricultor-a agricultor en Nicaragua, más de 1000 campesinos recuperaron tierras degradadas en la cuenca de San Juan en sólo un año de aplicación de esta sencilla tecnología. Estos agricultores han disminuido el uso de fertilizantes químicos de 1900 a 400 kg por hectárea, y han incrementado los rendimientos de 700 a 2000 kg por hectárea. Sus costos de producción son 22 por ciento menores que los de agricultores que usan fertilizantes químicos y monocultivo.
Re-creando la Agricultura Inca: En 1984 varias ONGs y agencias estatales ayudaron a los agricultores locales en Puno-Perú, a reconstruir sus antiguos sistemas (waru-warus) que consisten en campos elevados rodeados de canales llenos de agua. Estos campos producen abundantes cultivos a pesar de las heladas destructoras comunes a altitudes de 4000 metros. La combinación de camas elevadas y canales modera la temperatura del suelo, alarga la temporada de cultivo y conduce a una mayor productividad en los waru-warus que en los suelos normales de las pampas con fertilización química. En el distrito de Huatta, los waru-warus produjeron rendimientos anuales de papa de 14 toneladas por hectárea, un contraste favorable con el promedio regional de rendimiento de papa que es de 1-4 toneladas por hectárea.
Varias ONGs y agencias gubernamentales en el Valle del Colca al sur del Perú han apoyado la reconstrucción de los andenes, ofreciendo a los campesinos préstamos con bajos intereses o semillas y otros insumos para restaurar los andenes abandonados. El primer año, los rendimientos de papa, maíz y cebada mostraron 43-65 por ciento de incremento comparado con los rendimientos de los campos en declive. Una leguminosa nativa (tarwi) se usó en rotación o como cultivo asociado en los andenes, para fijar el nitrógeno, minimizar la necesidad de fertilizantes e incrementar la producción. Estudios en Bolivia, donde las leguminosas nativas se han usado en rotación de cultivos, muestran que aunque los rendimientos son mayores en campos de papas fertilizados químicamente y operados con maquinarias, los costos de energía son mayores y los beneficios económicos netos son menores que con el sistema agroecológico que enfatiza el tarwi (Lupinus mutabilis).
Fincas integradas: Numerosas ONGs han promovido fincas diversificadas en las cuales cada componente del sistema refuerza biológicamente a los otros componentes -por ejemplo, los residuos de un componente se convierten en insumos de otro-. Desde 1989 la ONG CET ha ayudado a los campesinos del Sur-Centro de Chile a producir alimento autosuficiente para todo el año reconstruyendo la capacidad productiva de la tierra. Se establecieron sistemas de finca modelo pequeñas, que consisten en policultivos y secuencias de rotación de forraje y cultivos alimenticios, bosques y árboles frutales, y animales. Los componentes se escogen de acuerdo a su contribución nutricional en subsiguientes rotaciones, a su adaptabilidad a las condiciones agroclimáticas locales, a los patrones de consumo de los campesinos locales y a las oportunidades de mercado.
La fertilidad del suelo de estas fincas ha mejorado y no han aparecido problemas serios de plagas o enfermedades. Los árboles frutales y los forrajes obtienen rendimientos mayores que el promedio, y la producción de leche y huevos supera con creces a la de las fincas convencionales de altos insumos. Un análisis nutricional del sistema demuestra que una familia típica produce 250 por ciento de proteína adicional, 80 y 550 por ciento de exceso de vitamina A y C, respectivamente, y 330 por ciento de calcio adicional. Si todos los productos de la finca se vendieran a precio de mayorista, la familia podría generar un ingreso neto mensual 1.5 veces mayor que el salario mínimo legal mensual en Chile, dedicando sólo unas pocas horas por semana a la finca. El tiempo libre lo usan los agricultores para otras actividades, dentro y fuera de la finca, que les generan ingresos.
Una ONG cubana ayudó a establecer numerosos sistemas agrícolas integrados en cooperativas de la provincia de La Habana. Se probaron diferentes policultivos en las cooperativas, como yuca-frijol-maíz, tomate-yuca-maíz y camote-maíz. La productividad de estos policultivos fue 1.45 a 2.82 veces más elevada que la productividad de los monocultivos. El uso de abonos verdes aseguró una producción de zapallo equivalente a la que se obtiene aplicando 175 kg de úrea por hectárea. Además, las leguminosas mejoraron las características físicas y químicas del suelo y rompieron eficazmente el ciclo de infestación de insectos plaga claves.
Los casos resumidos son sólo un pequeño ejemplo de las miles de experiencias exitosas de agricultura sostenible implementada a nivel local. Los datos muestran que los sistemas agroecológicos, a través del tiempo, exhiben niveles más estables de producción total por unidad de área que los sistemas de altos insumos; producen tasas de retorno económicamente favorables; proveen retornos a la mano de obra y otros insumos suficientes para una vida aceptable para los pequeños agricultores y sus familias; y aseguran la protección y conservación del suelo, al tiempo que mejoran la biodiversidad. Lo que es más importante, estas experiencias que ponen énfasis en la investigación agricultor-a agricultor y adoptan métodos de extensión popular, representan incontables demostraciones de talento, creatividad y capacidad científica en las comunidades rurales. Ello demuestra el hecho de que el recurso humano es la piedra angular de cualquier estrategia dirigida a incrementar las opciones para la población rural y especialmente para los agricultores de escasos recursos.


Sistemas orgánicos
Los enfoques agroecológicos también pueden beneficiar a los agricultores medianos y grandes involucrados en la agricultura comercial, tanto en el mundo en desarrollo como en Estados Unidos y Europa. Gran parte del área manejada con agricultura orgánica se basa en la agroecología y se ha extendido en el mundo hasta alcanzar unos siete millones de hectáreas, de las cuales la mitad está en Europa y cerca de 1.1 millones en Estados Unidos. Sólo en Alemania hay alrededor de ocho mil fincas orgánicas que ocupan el 2 por ciento del total del área cultivada. En Italia las fincas orgánicas llegan a 18,000 y en Austria unas 20,000 fincas orgánicas constituyen el 10 por ciento del total de la producción agrícola.
En 1980 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó que había por lo menos once mil fincas orgánicas en Estados Unidos y por lo menos 24 mil que usaban alguna técnica orgánica. En California, los alimentos orgánicos constituyen uno de los segmentos de mayor crecimiento en la economía agrícola, con ventas al por menor creciendo de 20 a 25 por ciento al año. Cuba es el único país que está llevando a cabo una conversión masiva hacia los sistemas orgánicos, promovida por la caída de las importaciones de fertilizantes, pesticidas y petróleo luego del colapso de las relaciones con el bloque soviético en 1990. Los niveles de productividad de la isla se han recuperado rapidamente gracias a la promoción masiva de las técnicas agroecológicas tanto en áreas urbanas como rurales. En Argentina, Brasil y Chile la produccion organica de hortalizas y frutas se ha expandido dramaticamente, al igual que la produccion de cafe organico en Mexico y America Central. La mayor parte de esta produccion es para la exportacion. El gran desafio es estimular mercados locales a precios justos, para que las problaciones locales y en especial la de bajos recursos tenga acceso a alimentos mas sanos, por ahora de acceso exclusivo a clases mas pudientes.
Las investigaciones han demostrado que las fincas orgánicas pueden ser tan productivas como las convencionales, pero sin usar agroquímicos, consumiendo menos energía y conservando el suelo y el agua. En resumen, hay fuerte evidencia de que los métodos orgánicos pueden producir suficiente alimento para todos, y hacerlo de una generación a la siguiente sin disminuir los recursos naturales ni dañar el medio ambiente. En 1989 el Consejo Nacional de Investigación de USA describió estudios de caso de ocho fincas orgánicas abarcando un rango de fincas mixtas de granos/ganado de 400 acres en Ohio; hasta una de 1400 acres de uvas en California y Arizona. Los rendimientos en las fincas orgánicas fueron iguales o mejores que los promedios de rendimiento de las fincas convencionales intensivas de los alrededores. Una vez más estas fincas pudieron sostener su producción año tras año sin usar insumos sintéticos costosos, ni degradando el suelo.
En un estudio de largo plazo realizado por el Instituto Rodale en Pennsylvania, se probaron tres tipos de parcelas experimentales por casi dos décadas. Una sometida a una alta intensidad de rotación estándar de maíz y frijol soya, usando fertilizantes y pesticidas comerciales. Otra es un sistema orgánico al cual se ha añadido una rotación de pasto/leguminosas de forraje para alimentar al ganado vacuno, y cuyo estiércol se ha devuelto al terreno. La tercera es una rotación orgánica donde se ha mantenido la fertilidad del suelo únicamente con leguminosas como cultivos de cobertura que se incorporan al suelo durante la labranza. Los tres tipos de parcelas han dado ganancias iguales en términos de mercado. El rendimiento del maíz mostró una diferencia de menos del 1 por ciento. La rotación con estiércol ha sobrepasado a las otras dos en la acumulación de materia orgánica del suelo y nitrógeno y ha perdido pocos nutrientes que contaminan el agua del subsuelo. Durante la sequía récord de 1999, las parcelas dependientes de químicos rindieron sólo 16 bushels de frijol soya por acre; los campos orgánicos con leguminosas produjeron 30 bushels por acre y los que aplicaron estiércol obtuvieron 24.
Un estudio en el estado de Washington, demostro que despues de un periodo de conversion de 5 anos, las manzanas organicas alcanzaron niveles similares de productividad que las convencionales, pero causando un impacto ambiental 20 veces mas bajo que la manzana convencional. Si estos agricultores organicos fueran premiados por sus servicios ambientales, no hay duda que economicamente serian muchisimo mas rentables que los convencionales.
La evidencia demuestra que la agricultura orgánica conserva los recursos naturales y protege el medio ambiente más que los sistemas convencionales. La investigación también muestra que las tasas de erosión del suelo son menores en las fincas orgánicas y que los niveles de biodiversidad son mayores. El razonamiento de ambos sistemas es totalmente diferente: los sistemas orgánicos se basan en la suposición que en cualquier momento el área se siembra con abono verde de leguminosas o cultivos de forraje que servirá para alimentar a las vacas, cuyo estiércol a la vez se incorporará al suelo. Las fincas químicas se basan en una suposición totalmente diferente: que su supervivencia depende de una fábrica de fertilizantes remota que a la vez está consumiendo vastas cantidades de combustibles fósiles y emitiendo gases. La experiencia agricola organica de Norte America y Europa es directamente transferible a los paises del cono sur (incluyendo el sur de Brasil), de hecho ya comienza a servir de guia para la conversion de muchos sistemas de produccion, que incluso muestran signos de innovacion local.
Conclusiones
No hay duda que los pequeños agricultores que viven en los ambientes marginales de la region pueden producir mucho del alimento requerido para la soberania alimentaria. La evidencia es concluyente: nuevos enfoques y tecnologías lideradas por agricultores, gobiernos locales y ONGs en todo el mundo ya están haciendo suficientes contribuciones a la seguridad alimentaria a nivel familiar, nacional y regional. Una gran variedad de métodos agroecológicos y participativos en muchos países muestran resultados incluso ante condiciones adversas. El potencial incluye: aumento de los rendimientos de los cereales de 50 a 200 por ciento, aumento de la estabilidad de la producción por medio de la diversificación y la conservación del agua y del suelo, mejora de las dietas y los ingresos con apoyo apropiado y difusión de estos métodos, y contribución a la seguridad alimentaria nacional y a las exportaciones .
El escalonamiento de las iniciativas exitosas es necesaria para expandir los efectos positivos de estos “faros agroecologicos” para beneficiar a miles de familias y comunidades adicionales . Elementos esenciales a considerarse en el escalonamiento incluyen:
· programas de educación popular
· alianzas entre comunidades y agencias externas (ONGs, universidades, servicios de extension, etc)
· intercambios y redes agricultor-agricultor
· aplicación de principios agroecologicos
· políticas agrícolas conducentes y voluntad política local
· desarrollo de mercados justos locales-regionales
· fortalecimiento institucional, etc.

La difusión de estas miles de innovaciones ecológicas tambien dependerá de las inversiones, políticas y cambios de actitud de parte de investigadores y de quienes toman decisiones. Los mayores cambios deben darse en políticas e instituciones de investigación y desarrollo para asegurar la difusión y adopción de las alternativas agroecológicas de manera equitativa, cosa que éstas sean multiplicadas y escalonadas a fin de que su beneficio total para la seguridad alimentaria sostenible pueda hacerse realidad. Deben desaparecer los subsidios y las políticas de incentivos que promueven los métodos químicos convencionales. Debe objetarse el control corporativo sobre el sistema alimentario. Los gobiernos y organizaciones públicas internacionales deben alentar y apoyar las asociaciones positivas entre las ONG, universidades locales y organizaciones campesinas para ayudar a los agricultores a lograr la seguridad alimentaria, la generación de ingresos y la conservación de los recursos naturales.
Se deben desarrollar oportunidades de mercado equitativas, con énfasis en el comercio justo y otros mecanismos que enlacen más directamente a agricultores y consumidores, y que generen un precio justo a los agricultores. El reto final es incrementar la inversión y la investigación en agroecología y poner en práctica proyectos que hayan probado tener éxito para miles de agricultores. Sin embargo es critico que para que el escalonamiento alcance niveles significativos, las acciones comunitarias deberan ligarse a movimientos sociales que desafían las raíces de la pobreza, el hambre y la inseguridad alimentaria y que demandan derechos básicos tales como acceso a la tierra, soberanía alimentaria, servicios básicos de educación y salud, representación política, respeto a la diversidad cultural.
El escalonamiento masivo de las experiencias agroecologics deberian generar un impacto significativo en el ingreso, la seguridad alimentaria y bienestar medioambiental de la población en general, pero en especial de los millones de agricultores pobres a quienes todavía no ha llegado la tecnología agrícola moderna, y a los cuales la biotecnología no tiene nada que ofrecer.

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Agroecología: principios y estrategias para diseñar sistemas agrarios sustentables

Agroecología: principios y estrategias para
diseñar sistemas agrarios sustentables


Miguel A Altieri

El concepto de agricultura sustentable es una respuesta relativamente reciente a la declinación en la calidad de la base de los recursos naturales asociada con la agricultura moderna. En la actualidad, la cuestión de la producción agrícola ha evolucionado desde una forma puramente técnica hacia una más compleja, caracterizada por dimensiones sociales, culturales, políticas y económicas.
El concepto de sustentabilidad, aunque controvertible y difuso debido a la existencia de definiciones e interpretaciones conflictivas de su significado, es útil debido a que captura un conjunto de preocupaciones acerca de la agricultura, la que es concebida como el resultado de la coevolución de los sistemas socioeconómicos y naturales (Reijntjes et al., 1992). Un entendimiento más amplio del contexto agrícola requiere el estudio de la agricultura, el ambiente global y el sistema social, teniendo en cuenta que el desarrollo social resulta de una compleja interacción de una multitud de factores.
Es a través de esta más profunda comprensión de la ecología de los sistemas agrícolas, que se abrirán las puertas a nuevas opciones de manejo que estén más en sintonía con los objetivos de una agricultura verdaderamente sustentable.

El concepto de sustentabilidad ha dado lugar a mucha discusión y ha promovido la necesidad de proponer ajustes mayores en la agricultura convencional para hacerla ambientalmente, socialmente y económicamente más viable y compatible. Se han propuesto algunas posibles soluciones a los problemas ambientales creados por los sistemas agrícolas intensivos en capital y tecnología basándose en investigaciones que tienen como fin evaluar sistemas alternativos (Gliessman, 1998). El principal foco está puesto en la reducción o eliminación de agroquímicos a través de cambios en el manejo, que aseguren la adecuada nutrición y protección de las plantas a través de fuentes de nutrientes orgánicos y un manejo integrado de plagas, respectivamente.

A pesar que han tenido lugar cientos de proyectos orientados a crear sistemas agrícolas y tecnologías ambientalmente más sanas, y muchas lecciones se han aprendido, la tendencia es aún altamente tecnológica, enfatizando la supresión de los factores limitantes o de los síntomas que enmascaran un sistema productivo enfermo. La filosofía prevaleciente es que las plagas, las deficiencias de nutrientes u otros factores son la causa de la baja productividad, en una visión opuesta a la que considera que las plagas o los nutrientes sólo se transforman en una limitante, si el agroecosistema no está en equilibrio(Carrol et al., 1990).
Por esta razón, todavía persiste y prevalece la visión estrecha que la productividad es afectada por causas específicas y por lo tanto, que la solución de estos factores limitantes, mediante nuevas tecnologías, continúa siendo el principal objetivo.

Esta visión ha impedido a los agrónomos darse cuenta que los factores limitantes sólo representan los síntomas de una enfermedad más sistémica inherente a desbalances dentro del agroecosistema y han provocado una apreciación del contexto y la complejidad del agroecosistema que subestima las principales causas de las limitaciones agrícolas Por otro lado, la ciencia de la agroecología, que es definida como la aplicación de los conceptos y principios ecológicos para diseñar agroecosistemas sustentables, provee una base para evaluar la complejidad de los agroecosistemas.
La idea de la agroecología es ir más allá del uso de prácticas alternativas y desarrollar agroecosistemas con una dependencia mínima de agroquímicos y subsidios de energía enfatizando sistemas agrícolas complejos en los cuales las interacciones ecológicas y los sinergismos entre sus componentes biológicos proveen los mecanismos para que los sistemas subsidien la fertilidad de su propio suelo, la productividad y la protección de los cultivos.

1.Principios de Agroecología

En la búsqueda por reinstalar una racionalidad más ecológica en la producción agrícola, los científicos y promotores han ignorado un aspecto esencial o central en el desarrollo de una agricultura más autosuficiente y sustentable: un entendimiento más profundo de la naturaleza de los agroecosistemas y de los principios por los cuales estos funcionan. Dada esta limitación, la agroecología emerge como una disciplina que provee los principios ecológicos básicos sobre cómo estudiar, diseñar y manejar agroecosistemas que son productivos y a su vez conservadores de los recursos naturales y que además, son culturalmente sensibles y socialmente y económicamente viables.

La agroecología va más allá de un punto de vista unidimensional de los agroecosistemas (su genética, edafología y otros) para abrazar un entendimiento de los niveles ecológicos y sociales de coevolución, estructura y función. En lugar de centrar su atención en algún componente particular del agroecosistema, la agroecología enfatiza las interrelaciones entre sus componentes y la dinámica compleja de los procesos ecológicos (Vandermeer, 1995).

Los agroecosistemas son comunidades de plantas y animales interactuando con su ambiente físico y químico que ha sido modificado para producir alimentos, fibra, combustible y otros productos para el consumo y procesamiento humano. La agroecología es el estudio holístico de los agroecosistemas, incluidos todos los elementos ambientales y humanos. Centra su atención sobre la forma, la dinámica y función de sus interrelaciones y los procesos en el cual están envueltas. Un área usada para producción agrícola, por ejemplo un campo, es visto como un sistema complejo en el cual los procesos ecológicos que se encuentran en forma natural pueden ocurrir, por ejemplo: ciclaje de nutrientes, interacciones predador-presa, competencia, simbiosis y cambios sucesionales. Una idea implícita en las investigaciones agroecológicas es que, entendiendo estas relaciones y procesos ecológicos, los agroecosistemas pueden ser manejados para mejorar la producción de forma más sustentable, con menores impactos negativos ambientales y sociales y un menor uso de insumos externos.

El diseño de tales sistemas está basado en la aplicación de los siguientes principios ecológicos (Reinjntjes et al., 1992):
• Aumentar el reciclado de biomasa y optimizar la disponibilidad y el flujo balanceado de nutrientes.

• Asegurar condiciones del suelo favorables para el crecimiento de las plantas, particularmente
a través del manejo de la materia orgánica y aumentando la actividad biótica del suelo.

• Minimizar las pérdidas debidas a flujos de radiación solar, aire y agua mediante el manejo del microclima, cosecha de agua y el manejo de suelo a través del aumento en la cobertura.

• Diversificar específica y genéticamente el agroecosistema en el tiempo y el espacio.

• Aumentar las interacciones biológicas y los sinergismos entre los componentes de la biodiversidad promoviendo procesos y servicios ecológicos claves.

Estos principios pueden ser aplicados a través de varias técnicas y estrategias. Cada una de ellas tiene diferente efecto sobre la productividad, estabilidad y resiliencia dentro del sistema de finca, dependiendo de las oportunidades locales, la disponibilidad de recursos y, en muchos casos, del mercado. El objetivo último del diseño agroecológico es integrar los componentes de manera tal de aumentar la eficiencia biológica general, y mantener la capacidad productiva y autosuficiente del agroecosistema (Tabla 1). El objetivo es diseñar una trama de agroecosistemas dentro de una unidad de paisaje, miméticos con la estructura y función de los ecosistemas naturales.

Tabla 1
Procesos ecológicos que deben optimizarse en agroecosistemas
• Fortalecer la inmunidad del sistema (funcionamiento apropiado del sistema natural de control de plagas)
• Disminuir la toxicidad a través de la eliminación de agroquímicos
• Optimizar la función metabólica (descomposición de la materia orgánica y ciclaje de nutrientes)
• Balance de los sistemas regulatorios (ciclos de nutrientes, balance de agua, flujo y energía, regulación de poblaciones,etc...)
• Aumentar la conservación y regeneración de los recursos de suelo y agua y la biodiversidad
• Aumentar y sostener la productividad en el largo plazo

2.Biodiversificación de agroecosistemas

Desde una perspectiva de manejo, el objetivo de la agroecología es proveer ambientes balanceados, rendimientos sustentables, una fertilidad del suelo biológicamente obtenida y una regulación natural de las plagas a través del diseño de agroecosistemas diversificados y el uso de tecnologías de bajos insumos (Gliessman, 1998). Los agroecólogos están ahora reconociendo que los policultivos, la agroforestería y otros métodos de diversificación imitan los procesos ecológicos naturales y que la sustentabilidad de los agroecosistemas complejos se basa en los modelos ecológicos que ellos siguen. Mediante el diseño de sistemas de cultivo que imiten la naturaleza puede hacerse un uso óptimo de la luz solar, de los nutrientes del suelo y de la lluvia (Pret, 1994).

El manejo agroecológico debe tratar de optimizar el reciclado de nutrientes y de materia orgánica, cerrar los flujos de energía, conservar el agua y el suelo y balancear las poblaciones de plagas y enemigos naturales. La estrategia explota las complementariedades y sinergismos que resultan de varias combinaciones de cultivos, árboles y animales, en arreglos espaciales y temporales diversos (Altieri, 1994).

En esencia, el manejo óptimo de los agroecosistemas depende del nivel de interacciones entre los varios componentes bióticos y abióticos. A través del ensamble de una biodiversidad funcional es posible iniciar sinergismos que subsidien los procesos del agroecosistema a través de proveer servicios ecológicos tales como la activación de la biología del suelo, el reciclado de nutrientes, el aumento de los artrópodos benéficos y los antagonistas y otros más (Altieri & Nicholls, 1999).
Actualmente, hay una gama diversa de prácticas y tecnologías disponibles las cuales varían, tanto en efectividad, como en valor estratégico. Las prácticas clave son aquellas de naturaleza preventiva, de multipropósito y que actúan reforzando la inmunidad del agroecosistema a través de una serie de mecanismos (Tabla 2)

Existen varias estrategias para restaurar la diversidad agrícola en el tiempo y el espacio incluyendo rotaciones de cultivos, cultivos de cobertura, policultivos, mezclas de cultivo y ganadería y otras estrategias similares, las que exhiben las siguientes características ecológicas:

Tabla 2
Mecanismos para mejorar la inmunidad del agroecosistema
• Aumentar las especies de plantas y la diversidad genética en el tiempo y el espacio
• Mejorar la biodiversidad funcional (enemigos naturales,antagonistas,etc..)
• Mejoramiento de la materia orgánica del suelo y la actividad biológica
• Aumento de la cobertura del suelo y la habilidad competitiva.
• Eliminación de insumos tóxicos y residuos

Rotaciones de cultivo. Diversidad temporal incorporada en los sistemas de cultivo proveyendo
nutrientes para el cultivo e interrumpiendo el ciclo de vida de varios insectos plaga, de enfermedades y el ciclo de vida de las malezas (Sumner, 1982). Policultivos. Sistemas de cultivo complejos en los cuales 2 o más especies son plantadas con una suficiente proximidad espacial que resulta en una competencia o complementación, aumentando, por lo tanto, los rendimientos Vandermeer, 1989).

Sistemas agroforestales. Un sistema agrícola donde los árboles proveen funciones protectivas
y productivas cuando crecen junto con cultivos anuales y/o animales lo que resulta en un aumento de las relaciones complementarias entre los componentes incrementando el uso múltiple del agroecosistema (Nair, 1982).

Cultivos de cobertura. El uso, en forma pura o en mezcla, de plantas leguminosas u otras
especies anuales, generalmente debajo de especies frutales perennes, con el fin de mejorar la fertilidad del suelo, aumentar el control biológico de plagas y modificar el microclima del huerto (Finch & Sharp, 1976).

Integración animal en el agroecosistema ayudando en alcanzar una alta producción de biomasa y un reciclaje óptimo (Pearson & Ison, 1987). Todas las formas diversificadas de agroecosistemas detalladas más arriba comparten las siguientes características
a. Mantienen la cubierta vegetativa como una medida efectiva de conservar al agua y el suelo, a través del uso de prácticas como labranza cero, cultivos con uso de “mulch” y el uso de cultivos de cobertura y otros métodos apropiados.

b. Proveen un suministro regular de materia orgánica a través de la adición de materia orgánica (estiércol, “compost” y promoción de la actividad y biología del suelo).

c. Aumentan los mecanismos de reciclaje de nutrientes a través del uso de sistemas de rotaciones basados en leguminosas, integración de ganado, etc.

d. Promueven la regulación de las plagas a través de un aumento de la actividad biológica de los agentes de control logrado por la introducción y/o la conservación de los enemigos naturales y antagonistas.

La investigación sobre la diversificación de sistemas de cultivos pone de relieve la gran importancia de la diversidad en un entorno agrícola Vandermeer, 1989. La diversidad es de valor en los agroecosistemas por varias razones (Altieri, 1994; Gliessman, 1998):

• A medida que aumenta la diversidad, también lo hacen las oportunidades para la coexistencia
e interacción benéfica entre las especies, que pueden mejorar la sustentabilidad del agroecosistema.

• Una mayor diversidad siempre permite un mejor uso de los recursos en el agroecosistema.

Existe una mejor adaptación a la heterogeneidad del hábitat, llevando a una complementariedad
en las necesidades de las especies de cultivo, la diversificación de nichos, el solapamiento de los nichos de las especies y la partición de los recursos.

• Los ecosistemas en los cuales las especies de plantas están entremezcladas, poseen una
resistencia asociada a herbívoros, ya que en los sistemas diversos existe una mayor abundancia
y diversidad de enemigos naturales de las plagas, manteniendo bajo control las poblaciones de especies individuales de herbívoros.

• Un ensamblaje de cultivos diversos puede crear una diversidad de microclimas dentro de los sistemas de cultivo que pueden ser ocupados por un rango de organismos silvestres -incluyendo predatores benéficos, parasitoides, polinizadores, fauna del suelo y antagonistas- que resultan importantes para la totalidad del sistema.

• La diversidad en el paisaje agrícola puede contribuir a la conservación de la biodiversidad en los ecosistemas naturales circundantes.

• La diversidad en el suelo determina una variedad de servicios ecológicos tales como el reciclado de nutrientes y la detoxificación de sustancias químicas perjudiciales y la regulación del crecimiento de las plantas.

• La diversidad reduce el riesgo para los productores o agricultores, especialmente en áreas marginales con condiciones ambientales poco predecibles. Si un cultivo no anda bien, el ingreso derivado de otros puede compensarlo.

3.Agroecología y el diseño de Agroecosistemas sustentables

Mucha gente involucrada en la promoción de la agricultura sustentable busca crear una forma de agricultura que mantenga la productividad en el largo plazo a través de (Pret, 1994; Vandermeer, 1995):

• Optimizar el uso de insumos localmente disponibles combinando los diferentes componentes del sistema de finca, por ejemplo, plantas, animales, suelo, agua, clima y gente de manera tal que se complementen los unos a los otros y tengan los mayores efectos sinergéticos posibles.

• Reducir el uso de insumos externos a la finca y los no renovables con gran potencial de daño al ambiente y a la salud de productores y consumidores, y un uso más restringido y localizado de los insumos remanentes, con la visión de minimizar los costos variables;

• Basarse principalmente en los recursos del agroecosistema reemplazando los insumos externos por reciclaje de nutrientes, una mejor conservación y un uso eficiente de insumos locales.

• Mejorar la relación entre los diseños de cultivo, el potencial productivo y las limitantes ambientales de clima y el paisaje, para asegurar la sustentabilidad en el largo plazo de los niveles actuales de producción.

• Trabajar para valorar y conservar la biodiversidad, tanto en regiones silvestres como domesticadas, haciendo un uso óptimo del potencial biológico y genético de las especies de plantas y animales presentes dentro y alrededor del agroecosistema.

• Aprovechar el conocimiento y las prácticas locales, incluidas las aproximaciones innovativas
no siempre plenamente comprendidas todavía por los científicos, aunque ampliamente adoptadas por los agricultores.

La agroecología provee el conocimiento y la metodología necesaria para desarrollar una agricultura que sea, por un lado, ambientalmente adecuada y, por el otro lado, altamente productiva, socialmente equitativa y económicamente viable. A través de la aplicación de los principios agroecológicos, el desafío básico de la agricultura sustentable de hacer un mejor uso de los recursos internos puede ser fácilmente alcanzado, minimizando el uso de insumos externos y preferentemente generando los recursos internos más eficientemente, a través de las estrategias de diversificación que aumenten los sinergismos entre los componentes clave del agroecosistema.

El objetivo último del diseño agroecológico es integrar los componentes de manera tal de aumentar la eficiencia biológica general, preservar la biodiversidad y mantener la capacidad productiva y autorregulatoria del agroecosistema. El objetivo es diseñar un agroecosistema que imite la estructura y función de los ecosistemas naturales locales; esto es, un sistema con una alta diversidad de especies y un suelo biológicamente activo; un sistema que promueva el control natural de plagas, el reciclaje de nutrientes y una alta cobertura del suelo que prevenga las pérdidas de recursos edáficos.

4.Conclusiones

La Agroecología provee una guía para desarrollar agroecosistemas que tomen ventaja de los efectos de la integración de la biodiversidad de plantas y animales. Tal integración aumenta las complejas interacciones y sinergismos y optimiza las funciones y procesos del agroecosistema tales como la regulación biótica de organismos perjudiciales, reciclado de nutrientes y la producción y acumulación de biomasa, permitiendo así al agroecosistema solventar su propio funcionamiento. El resultado final del diseño agroecológico es mejorar la sustentabilidad económica y ecológica del agroecosistema, con un sistema de manejo propuesto a tono con la base local de recursos y con una estructura operacional acorde con las condiciones ambientales y socioeconómicas existentes. En una estrategia agroecológica los componentes de manejo son dirigidos con el objetivo de resaltar la conservación y mejoramiento de los recursos locales (germoplasma, suelo, fauna benéfica, diversidad vegetal, etc...) enfatizando el desarrollo de una metodología que valore la participación de los agricultores, el uso del conocimiento tradicional y la adaptación de las explotaciones agrícolas a las necesidades locales y las condiciones socioeconómicas y biofísicas.


Bibliografia

Altieri MA & CI Nicholls (1999) Biodiversity, ecosystem
function and insect pest management in agricultural
systems. In: Biodiversity in Agroecosystems. Collins
WW & CO Qualset (Eds.) CRC Press,Boca Raton.
Altieri MA (1994) Biodiversity and pest management in
agroecosystems.Hayworth Press,New York.185 pp.
Carrol CR,JH Vandermeer & PM Rosset (1990) Agroecology.
McGraw Hill Publishing Company,New York.
Finch CV & CW Sharp (1976) Cover crops in California
orchards and vineyards. USDA Soil Conservation
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Gliessman SR (1998) Agroecology: ecological processes
in sustainable agriculture.Ann Arbor Press,Michigan.
Nair PKR (1982) Soil productivity aspects of agroforestry.
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Pearson CJ & RL Ison (1987) Agronomy of grassland systems.
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Pret JN (1994) Regenerating agriculture. Earthscan
Publications Ltd.,London.320 pp.
Reijntjes CB, Haverkort & A Waters-Bayer (1992)
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Sumner DR (1982) Crop rotation and plant productivity.
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Vandermeer J (1989) The ecology of intercropping.
Cambridge University Press,Cambridge.
Vandermeer J (1995) The ecological basis of alternative
agriculture.Annual Review of Ecological Systems,26:
201-224.

El Enfoque Sistémico Aplicado al Análisis del Medio Rural

El Enfoque Sistémico Aplicado al Análisis del Medio

Por Arnault Villaret
(Comentarios entre corchetes de César González para compartir y debatir)


Introducción: El Desarrollo Agrícola Considerado Como Una Disciplina Científica

1 Proceso de Producción Agropecuaria y Prácticas Campesinas
1.1 El proceso de producción agropecuaria
1.2 Las prácticas campesinas

2 Enfoque Multi-Disciplinario y Enfoque Sistémico
2.1 El enfoque multi-disciplinario
2.2 El Concepto de sistema

3 El Sistema De Producción: Constitución y Funcionamiento
3.1 Definición
3.2 Los elementos constitutivos del sistema de producción: Las Fuerzas Productivas
3.3 Coherencia interna e interacciones entre elementos constitutivos del sistema de producción
3.4 Interacciones con el entorno y racionalidad socio-económica del sistema de producción

4 El Sistema De Producción: Evolución y Reproducción
4.1 El Sistema De Producción: Una Estructura Dinámica
4.2 La Finalidad Del Sistema De Producción: Su Reproducción Socio Económica

5 El Sistema Agrario
5.1 La Organización Regional De Las Actividades Agrícolas Analizada Como Sistema
5.2 Las Interdependencias Entre Elementos Constitutivos
5.3 El Sistema Agrario, Marco de un Juego de Fuerzas Contradictorias entre Diferentes Agentes Económicos
5.4 La Dinámica De Evolución De Un Sistema Agrario

6. Sistema de Cultivo y Sistema de Crianza
6.1 El Concepto De Sistema De Cultivo
6.2 El Concepto de Sistema de Crianza
6.3 Las Interrelaciones Entre Sistemas de Cultivo y Sistemas de Crianza
6.4 La Inserción de los Sistemas de Cultivo y de Crianza en el Funcionamiento Global de la Explotación

7. El Desarrollo Agrícola
7.1 Una Transformación Tanto Técnica Como Socio-Económica De Las Condiciones De Producción
7.2 La Generación De Procesos Autónomos A Mediano Plazo
Conclusión
Bibliografía

Fuente:
Villaret, A. (sin fecha). El enfoque sistémico aplicado al análisis del medio agrícola: Introducción al marco teórico y conceptual. Praxis del desarrollo rural 1. Pradem/CICDA . Perú.

Introducción: El Desarrollo Agrícola Considerado Como Una Disciplina Científica

Generalmente, no se considera el desarrollo agrícola como una disciplina científica de pleno derecho. Por lo tanto en las universidades o en otras instituciones responsables de la capacitación de profesionales del sector agrícola, existen pocas posibilidades de formación específica correspondiente a dicha disciplina.

Esta es la causa de que se analiza muy a menudo los problemas relacionados al desarrollo agropecuario a través de razonamientos basados en supuestos no precisos y divergentes. El profesional suele abordar las realidades agrarias de manera más o menos empírica, en base a conceptos dispersos que no pueden constituir un marco de reflexión coherente (GUTELMAN, 1979).

Las dificultades encontradas en la implementación de muchos proyectos de desarrollo agrícola tienen muchas veces su origen en esta aproximación empírica a los problemas agrarios. A raíz de esta constatación, desde hace algunas décadas se viene desarrollando en Francia una escuela de pensamiento que busca establecer las bases de una ciencia del desarrollo agrícola. Es decir que se trata de elaborar –en base a un enfoque sistémico- un conjunto de conceptos y métodos específicos que tiene como objeto de análisis los procesos de producción agropecuaria, sus transformaciones y adaptaciones, así como el conjunto de las implicaciones socio-económicas de estas transformaciones y adaptaciones (MAZOYER, 1985). [Concepto de Ciencia del Desarrollo Agrícola que se propone en este material][1]

El desarrollo de esta ciencia del desarrollo agrícola permitiría:
- analizar de manera rigurosa las realidades agrarias;
- elaborar modelos explicativos de su funcionamiento;
- establecer relaciones explicativas entre fenómenos;
- orientar la acción.

A continuación, presentamos algunos de los conceptos básicos que sustentan esta ciencia del desarrollo agrícola. A pesar de las posibles Imitaciones de este documento, esperamos que sea una ayuda para los profesionales del medio agrícola y que participará efectivamente en la difusión de este valioso esfuerzo de elaboración de un marco de reflexión coherente y específico a la problemática del desarrollo agrícola.

1. Proceso de Producción Agropecuaria y Prácticas Campesinas
1.1. El proceso de producción agropecuaria

Para abordar de manera rigurosa el tema del análisis del medio agrícola y luego llegar paulatinamente a la definición de algunos de los conceptos claves de la teoría sistémica, se necesita definir incluso los conceptos que parecen más simples (Adoptado de DAMAIS, 1990).

[De este concepto es necesario discutir algunas cosas. 1) Desde el punto de vista de la Ciencia Agroecológica el hombre no explota los ecosistemas; siendo parte de ellos, un componente tan importante como la tierra, el agua, los animales y vegetales, no puede explotarse a sí mismo. El ser humano es sujeto y objeto del ecosistema. 2) El concepto (aunque más adelante pareciera que esto se aclara) no dice nada acerca de la relación histórica del hombre con las herramientas y las técnicas, es decir, ¿Es propietario de las herramientas?, ¿Produce las técnicas o se las imponen?. 3) En agroecología la noción de necesidad no es sólo para el hombre componente del ecosistema que le es propio, sino de las necesidades de todos los componentes tanto internos como externos: las necesidades de alimentos del suelo, los vegetales, los animales; la necesidad de agua sana de las personas que viven en las ciudades, de un oxígeno sin venenos]

Como lo ha subrayado también Damais, esta definición debe completarse tomando en cuenta que la producción agrícola no es actividad de hombres aislados: la autarquía en agricultura no existe. En consecuencia, para satisfacer sus necesidades, los agricultores tienen que relacionarse -en el curso del proceso de producción- con otros individuos, ya sean otros productores agrícolas o aquellos que tengan otros papeles económicos (comerciantes, técnicos, artesanos, funcionarios, etc... ). [Nuevamente es necesario insistir en que la relación también involucra la posición de los agricultores con respecto a la tierra, el dinero, el trabajo: ¿Son de propiedad de quién?]

Tomando en cuenta tal precisión, ésta definición nos permite discernir que el proceso de producción involucra estrechamente:

- al hombre;
- uno o varios ecosistemas;

El proceso de producción agropecuaria se define como: "Un proceso de trabajo de mediante el cual el hombre explota uno o varios ecosistemas, por medio de herramientas y técnicas, con él objeto de satisfacer sus necesidades" (adaptado de DAMAIS, 1990)

Por lo tanto, se ponen en evidencia las tres disciplinas científicas directamente relacionadas con el estudio y la acción en el medio agrícola:

- las ciencias medio-ambientales (ecología, pedología, etc...);
- las ciencias agronómicas (fitotécnia, zootecnia, etc...);
- las ciencias sociales (economía, sociología, historia, etc...)

[Aquí es importante volver al concepto de Ciencia del Desarrollo Agrícola para agregarle: …con el apoyo de las ciencias medio ambientales, agronómicas y sociales…]

1.2. Las Prácticas Campesinas

Los problemas encontrados en los intentos de transferencia de tecnología y de manera general en los proyectos de desarrollo agrícola tienen que incitamos a analizar más detenidamente las prácticas campesinas, sus razones de ser y sus consecuencias.

Concepto: Práctica mediante la cual un productor lleva a cabo una operación técnica (TEISSIER, 1979)[2]

Vale precisar esta definición tomando en cuenta que la aplicación del concepto de práctica campesina no tiene que restringirse a actividades meramente técnicas, a menudo privilegiadas por los agrónomos y zootecnistas.

En efecto, aparte de las prácticas directamente relacionadas a las labores de cultivo y de crianza, el productor recurre necesariamente durante el proceso de producción a diversas otras prácticas:

De gestión de los medios de producción: Prácticas de manejo de los terrenos de pastoreo: Alternancia de período de utilización y de “descanso, para permitir la regeneración de las plantas forrajeras, tipo de recorrido según los animales y las temporadas, etc...; de utilización de la mano de obra familiar: Distribución entre diferentes actividades, distribución según las temporadas y los picos de trabajo previsibles de cada actividad, etc.

De regulación del funcionamiento global: Prácticas de regulación de la tesorería familiar por la compra o venta de animales, de adecuación del tamaño del rebaño a la disponibilidad en forrajes, de elección de ciertos cultivos según la mano de obra disponible, etc.

De relaciones con otros productores y agentes económicos: Prácticas de ayuda mutua entre explotaciones, de venta de fuerza de trabajo, de emigración temporal, de trueque de productos agrícolas, etc.

Este concepto de práctica campesina es particularmente operativo si -y solo si- se aplica a una operación “estable”, es decir repetida a lo largo de los años por el productor y que por lo tanto proviene claramente de una elección y un “saber-hacer” constitutivos de la explotación (LANDAIS, 1987).

El estudio de las prácticas campesinas no debe resumiese al tradicional análisis de sus consecuencias: comprender los factores que determinan su elección por los productores tiene que ser una de las bases de todo análisis de una realidad agraria.

En efecto, un análisis detenido es imprescindible, porque se tiene que comprender la razón de ser del comportamiento de los campesinos para pode precisar cuales son las condiciones de aceptación de técnicas alternativas adaptarías realmente a sus intereses.
[Los últimos tres párrafos me parecen de extraordinaria importancia para los procesos de transición hacia la agroecología o la siembra del alma humana en el SER material del hombre. La noción operación estable, o mejor práctica tradicional, podemos asociarla a las prácticas de los campesinos y campesinas que por miles de año se vienen trasmitiendo de generación en generación. Visto así la agricultura convencional no es una práctica tradicional, por lo tanto no es estable. En el segundo párrafo una noción implícita en “…comprender los factores que determinan su elección…”, es que las campesinas y campesinos son investigadores natos, producen conocimiento y lo socializan, producen tecnología; creo que esto es piedra angular también para la transición hacia la adopción de prácticas agroecológicas. Es entonces que adquiere relevancia lo expresado en el tercer párrafo: “comprender la razón de ser del comportamiento de los campesinos para pode precisar cuales son las condiciones de aceptación de técnicas alternativas adaptarías realmente a sus intereses.”]

Para lograr tal comprensión, es necesario subrayar en primera instancia que una práctica, al contrario de una técnica, no es reductible a reglas y principios de acción. En realidad, proviene de una elección del productor, de una decisión coherente que toma considerando sus objetivos y sus condiciones de producción (MILLEVILLE, 1987).

Así, para lograr un mismo objetivo -es decir un mismo resultado técnico- productores pueden implementar prácticas diferentes según las condiciones de producción existentes. Por ejemplo:

- Un productor planifica, y realiza de manera diferente, una cosecha según pueda tener acceso o no a una ayuda externa en materia de mano obra, animales de transporte, medios de almacenamiento, etc.

- Un productor no organiza de la misma manera el pastoreo de sus animales según que las tierras de pastoreo tengan tales o cuales características, la oferta en forraje de su explotación, el tipo de animales, etc.

- Para un mismo cultivo, un productor prepara una parcela para la siembra de manera distinta según cual sean sus características físicas, el cultivo precedente, la disponibilidad en mano de obra, etc...

Por lo tanto, no se puede juzgar la coherencia de una práctica si se la aísla de los objetivos del productor y de las condiciones de producción de su explotación.

Como lo resumen Jouve y Bonnemaire (1989): "El análisis de las prácticas campesinas transciende el marco puramente técnico de la explotación del medio.”

Al no percibir que las prácticas campesinas son algo más que técnicas aplicadas, que son actividades razonadas que dependen tanto del medio ecológico como de factores socio-económicos, se llega a menudo a considerarlas como incoherentes y no racionales. [Este párrafo salvó la visión tecnócrata de los ejemplos anteriores, en los cuales se reducen las prácticas campesinas a problemas técnicos.[Por condiciones de producción debemos entender las relaciones sociales de producción]

En la costa este de Madagascar, el trasplante de plántulas de arroz se hace tradicionalmente sin orden, lo que provoca una demora significativa a la hora del deshierbe manual. Viendo eso y considerando la técnica como ineficiente, técnicos de un proyecto local trataron de difundir el trasplante en línea, lo que permitiría luego un deshierbe mucho más rápido con la utilización de ruedas dentadas.

Pero los productores locales no hicieron caso a esta propuesta y, a pesar de los esfuerzos repetidos de los técnicos, no quisieron adoptar esta técnica. La explicación más sencilla fue considerar que estos productores eran 'tradicionales'” y adversos al progreso.

Durante una evaluación externa del proyecto, los técnicos se dieron cuenta que el trasplante del arroz coincidía con la cosecha del café: el tiempo pasado en el trasplante era tiempo perdido para la cosecha y los granos caían al suelo antes de poder ser cosechados. Los productores preferían perder tiempo en el deshierbe del arroz -que se hacía durante una época de pocos trabajos agrícolas- en vez de perder dinero en la cosecha del café... Nada que ver con una supuesta aversión al progreso sino al contrario una práctica estrictamente racional! (DUFUMIER, 1985 y 1989).

Se hubiera podido criticar esta práctica si los productores hubieran sido “arroceros puros” pero en realidad cultivaban también café. El funcionamiento global de la explotación impedía la adopción de la propuesta. Los técnicos del proyecto no habían tomado en cuenta la totalidad de las condiciones de producción de la explotación. Por lo tanto no habían podido percibir que la razón de ser de esta práctica se basaba en las necesidades de funcionamiento del conjunto de la explotación, es decir a un nivel de organización de la actividad agrícola superior al de la parcela.
Así la elección de prácticas por parte de los productores no depende solamente de factores directamente relacionados con la parcela o el rebaño. Sus decisiones dependen a menudo de las características de otros niveles de organización del medio agrícola, vale decir de las características de:

- La unidad de producción, por las necesidades y limitaciones que impone su funcionamiento global; por ejemplo: períodos de pico de trabajo, de escasez de dinero disponible; interdependencias entre actividades agrícolas y pecuarias, etc.

- La comunidad y la región; por ejemplo: organización comunal de los trabajos agrícolas; condiciones locales de comercialización; posibilidades de vender o contratar fuerza de trabajo, etc.

- Del entorno nacional e internacional; por ejemplo: Existencia o ausencia de políticas de crédito, de fomento a ciertas producciones, de asistencia técnica; nivel de los precios vigentes para los diferentes productos agropecuarios, etc.

En conclusión, y como lo veremos luego de manera más detenida, se puede destacar que la toma de decisión de los productores y, desde luego la implementación de cualquier actividad agropecuaria, dependen de las características de variados niveles de organización del medio agrícola:

- la parcela y el rebaño;
- la unidad de producción;
- la comunidad y la región;
- el entorno nacional e internacional.
- [la relaciones sociales de producción]

2. Enfoque Multi-Disciplinario y Enfoque Sistémico

Por la definición del proceso de producción agropecuaria y del concepto de práctica campesina, podemos darnos cuenta que la investigación y la acción en el medio agrícola requieren del uso de:

- diversas disciplinas científicas;
- métodos de análisis que interrelacionan la parcela, la unidad de producción, la comunidad, la región, y el entorno nacional e Internacional.

2.1. El Enfoque Multi-Disciplinario

El primer paso metodológico Imprescindible es recurrir a un enfoque multi-disciplinario: En el caso del desarrollo agrícola, se trata de Integrar en la investigación las siguientes disciplinas científicas:

- ciencias medio-ambientales: climatología, ecología, pedología, etc.;
- ciencias agronómicas: agronomía, zootecnia, etc.;
- ciencias sociales: sociología, economía, historia, etc.

Este enfoque multi-disciplinario no puede ser dominado por una sola persona. Nadie puede tener las competencias necesarias en todas estas diversas disciplinas. En consecuencia, una necesidad básica para un análisis cabal del medio agrícola es la conformación de un equipo constituido por profesionales de cada disciplina científica relacionada.

¿ENFOQUE MULTI-DISCIPLINARIO?
En materia de investigación, el enfoque multi-disciplinario consiste en la integración de las diferentes disciplinas científicas relacionadas con el problema estudiado. Sin embargo, insistimos en la gravedad de integrar y no agregar las diferentes ciencias: no se trata de yuxtaponer sino más bien de articular los conocimientos de cada profesional

Es gracias a la confrontación y la articulación de los diversos conocimientos, así como de los puntos de vista, como se llega ha analizar de manera multi-disciplinaria el estudio del medio agrícola. Además, es importante subrayar que se considera este enfoque multi-disciplinario necesario pero no suficiente: no es una garantía absoluta de un buen enfoque investigativo.

[Aquí hay algo raro. Al principio de este punto 2..1. el autor dice “…se trata de Integrar en la investigación las siguientes disciplinas científicas…”; pero después señala “…insistimos en la gravedad ¿? de integrar y no agregar las diferentes ciencias: no se trata de yuxtaponer sino más bien de articular los conocimientos de cada profesional.”

En última instancia, para la agroecología (propongo para el debate) la noción debe ser la socialización de saberes para alcanzar nuevas síntesis del conocimiento a partir de los tradicionales. Bajo esta noción cada síntesis particular de saberes participa, en relativa igualdad de condiciones, en la construcción de un neoconocimiento tradicional. Un concepto similar lo encontramos en Investigación y Desarrollo Participativo, Volumen 1. Comprendiendo Investigación y Desarrollo Participativo, en http://www.cip-upward.org, www.idrc.ca/books



Aprendizaje Transformativo
Este enfoque es guiado por el llamado aprendizaje transformativo. En este enfoque, los participantes en forma conjunta construyen una perspectiva más integrada o inclusiva del mundo. Mediante el proceso de aprendizaje, transforman conjuntamente una parte de su visión del mundo, por ejemplo, su comprensión de las relaciones sociales en su propio bosque comunal. Las manifestaciones del aprendizaje transformativo en el manejo de los recursos incluyen, por ejemplo, los nuevos valores o modelos de la toma de decisiones que los agricultores generan y aplican fuera del escenario inmediato de intervención del aprendizaje. Este enfoque de aprendizaje tiene nexos con los enfoques de investigación emancipadora centrados sobre las personas, como la investigación participativa en acción. Este enfoque para la investigación, integra –de manera ideal– el conocimiento compartido, las averiguaciones sistemáticas y las interpretaciones humanas del mundo. Es más, intencional y conscientemente activa la 'praxis' (es decir, la práctica informada por la teoría) como un medio de (auto) empoderamiento de las personas marginadas y de las mejoras en los sistemas humanos.].

2.2. El Concepto de Sistema

2.2.1 Limitaciones del enfoque analítico
Durante muchos siglos, la investigación en las diversas disciplinas científicas estuvo basada en un enfoque de tipo analítico. Este enfoque analítico busca desglosar un problema en sus componentes constitutivos más simples y estudiar cada uno detenidamente. El postulado de tal enfoque es que al conocer independientemente cada parte se podrá entender, caracterizar y por lo tanto resolver el problema que puede plantear el conjunto.

"Marcado por su enfoque analítico, el investigador tradicional tiende a analizar y aislar los diferentes componentes de una situación problemática con el fin de estudiar los diferentes aspectos de manera desagregada y coherente con su disciplina científica” (LEFORT, 1982, traducción del autor)

Pero, si bien es cierto que el enfoque analítico puede permitir la caracterización cabal de un objeto de estudio simple, su aplicación encuentra grandes problemas cuando aumenta el grado de complejidad del objeto de estudio, es decir cuando aumenta el número de interacciones entre los elementos constitutivos.

Para entender mejor las limitaciones del enfoque analítico, es suficiente referirse a las investigaciones en medicina. No se puede pensar que el estudio aislado de los diferentes órganos humanos permita caracterizar y explicar el funcionamiento del cuerpo humano. El cuerpo humano no es una simple suma de órganos: son las interrelaciones funcionales entre estos órganos las que le dan vida.

Así, las leyes sumatorias ya no son aplicables cuando el grado de complejidad del objeto en estudio aumenta. Hecho resumido por E. Morin en la ya famosa frase: "El todo es algo más que la simple suma de sus partes”.

Al aplicar un enfoque meramente analítico al estudio del medio agrícola, se divide la unidad de producción en sus elementos constitutivos (disponibilidad en recursos, diferentes actividades agropecuarias) y para cada uno de éstos se estudia el proceso técnico de producción.

Pero, tal como lo hemos podido notar en el caso de las prácticas campesinas este enfoque provoca errores de análisis que a menudo explican los problemas encontrados en base a consideraciones simplistas. Por lo tanto, y como lo precisaremos a continuación, se requiere en la investigación y en la acción de un enfoque sistémico, el cual tiene como objetivo:

“El análisis de las interacciones y de los niveles de organización, gracias una visión multi-disciplinaria que sobrepase la especialización de las ciencias y el aislamiento de los conocimientos” (VISSAC, 1979, Traducción autor)

2.2.2 El enfoque sistémico

Es cierto que el funcionamiento de una explotación agropecuaria tiene cierto grado de complejidad, por los numerosos elementos que están involucrados el proceso de producción. Pero esta consideración no determina que el funcionamiento de una explotación sea incomprensible; subraya mas bien la necesidad de adoptar un enfoque más operativo que el enfoque analítico.

La teoría de sistemas (elaborada por L. VON BERTALANFFY) en la segunda mitad del siglo como repuesta tentativa a los problemas dos por la aplicación en muchas investigaciones científicas del tradicional enfoque que analítico. Un sistema se define como:

"Un conjunto de elementos en interacción dinámica organizados en función de un objetivo"
(DE ROSNAY, 1977)

En base a esta definición, la aplicación del enfoque sistémico en una investigación científica apunta a analizar las siguientes características del estudio:

- ¿cuáles son los elementos que lo constituyen?
- ¿cuáles son las interdependencias existentes entre éstos?
- ¿cómo están organizados para cumplir el objetivo?
- ¿cuáles el objetivo?
- ¿cuál es la dinámica de evolución del conjunto?

[Considerando tanto las relaciones internas como de éstas con las del exterior]

Un punto muy importante a ser destacado es que la concepción sistémica de un fenómeno real es una representación de éste, es un modelo, “Una representación “esquemática y simplificada” de un fenómeno real, en vista de facilitar su comprensión (VILAIN, 1987). Representación “esquemática y simplificada” no quiere decir reductora: al contrario, la concepción sistémica del medio agrícola nos permite más que el tradicional enfoque analítico tener una visión idónea de su funcionamiento.

Así los conceptos específicos del medio agrícola que se definieron en base a este enfoque sistémico -sistema agrario, de producción, de cultivo y de crianza- tienen que ser considerados ante todo como representaciones de la realidad.

Son herramientas de análisis que permiten orientar la investigación y la acción: son conceptos operativos.

3 El Sistema De Producción: Constitución y Funcionamiento

En vista de lo precisado anteriormente, la aplicación del concepto de sistema al medio agrícola nos lleva a definir 4 conceptos claves según los diferentes niveles de su organización:

- el sistema de cultivo a nivel de la parcela cultivada;
- el sistema de crianza a nivel del rebaño;
- el sistema de producción a nivel de la explotación;
- el sistema agrado a nivel de la comunidad y de la región

Estos 4 conceptos operativos están organizados según un orden jerárquico correspondiente a los diferentes niveles de organización de la actividad agrícola (sistemas de cultivos y crianza, sistema de producción, sistema agrario y entorno nacional e internacional).

Estos conceptos fueron elaborados para permitir tanto la caracterización de las actividades agrícolas en cada nivel, así como las interdependencias funcionales que existen entre la parcela cultivada, el rebaño, la explotación, la comunidad, la región y el entorno nacional e internacional.

Para fines pedagógicos, presentaremos en un primer tiempo y de manera más detenida, el concepto de sistema de producción, porque se ubica por lo general al centro de las preocupaciones de investigación y de acción.

El concepto de sistema de producción representa una herramienta valiosa para conocer y entender mejor una realidad agraria. No hay que olvidar si embargo que la coherencia del conjunto de estos 4 conceptos es la que da a gran medida su operatividad al enfoque sistémico.

ACTIVIDADES AGROPECUARIAS

ENTORNO NACIONAL E INTERNACIONAL

SISTEMA AGRARIO

SISTEMA DE PRODUCCIÓN

SISTEMA DE CULTIVO

SISTEMA DE CRIANZA

3.1. Definición

El concepto de sistema de producción se define a nivel de la explotación: Es una modernización de su funcionamiento. [¿Qué se va a entender por “modernización de su funcionamiento?, ¿Qué es modernización?]

Un sistema de producción se define como: “El conjunto estructurado de las producciones vegetales y animales, establecido por un productor para garantizar la reproducción de su explotación; resultado de la combinación de los medios de producción y de la fuerza de trabajo disponibles en un entorno socio-económico y ecológico determinado” (adaptado de DUFUMIER, 1985.)

[Este concepto es bueno analizarlo críticamente desde la perspectiva agroecológica. En principio retomemos el concepto de agroecología al que hemos llegado en los encuentros anteriores y de los materiales discutidos:

La agroecología provee el conocimiento y la metodología necesaria para desarrollar una agricultura que sea, por un lado, ambientalmente adecuada y, por el otro lado, altamente productiva, socialmente equitativa y económicamente viable… La misma naturaleza de las fuerzas sociales y económicas que impulsaron la generación de tecnología es la que nos ha conducido a la crisis actual… La crisis de la agricultura, así pues, tiene dos dimensiones: una ecológica y una socioeconómica; ambas interrelacionadas y procedentes de las condiciones históricas de la agricultura estadounidense, así como de la penetración del capital, hecho que ha servido para profundizar la crisis e impedir cambios fundamentales… Cualquier paradigma alternativo que ofrezca posibilidades de sacar a la agricultura de la crisis en que se encuentra debe abordar las fuerzas ecológicas, sociales y económicas. Cualquier ejercicio que se concentre solamente en paliar los impactos ambientales, por ejemplo, sin ocuparse ya sea de la difícil realidad social que enfrentan los agricultores, o de las fuerzas económicas que perpetúan la crisis, está condenado al fracaso. Esto es precisamente nuestra preocupación cuando hablamos de agricultura sustentable.

Entonces decir que un sistema de producción agrícola “…es un conjunto estructurado de producciones vegetales y animales…” poco informa de la naturaleza intrínseca de esa estructuración, de si es “ambientalmente adecuada”, y de las formas de producción, menos aún de las relaciones sociales de producción. Pero además se entiende como “…resultado de la combinación de los medios de producción y de la fuerza de trabajo disponibles en un entorno socio-económico y ecológico determinado”. Definido así una “…combinación de medios de producción…” puede ser el uso de maquinaria agrícola para reducir costos de mayor compra de fuerza de trabajo, sin importar las consecuencias para el suelo porque el objetivo es maximizar la ganancia. Por otra parte cuando en la definición se plantea “…fuerza de trabajo disponible…” se asume, de hecho, la noción de compra de ese factor de producción y el peligro de la carga ideológica capitalista que conlleva: la enajenación del trabajador con respecto a los medios de producción y su producto. Y es esto precisamente la esencia de la naturaleza de las fuerzas sociales y económicas que impulsaron la generación de tecnología que nos han conducido a la crisis actual.

En consideración a lo anterior propongo el siguiente concepto para ser discutido por el colectivo de la maestría y, de ser mejorado, asumirlo para el posterior desarrollo de los saberes que estamos socializando: Un sistema de producción agrícola es un Sistema de relaciones sociales producción. Por relaciones sociales de producción entendemos, con Marx en Trabajo Asalariado y Capital, edición de 1891, “…conjunto [de] lo que se llaman las relaciones sociales, la sociedad, y concretamente, una sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico, una sociedad de carácter peculiar y distintivo… [entonces] el capital es una relación social de producción… Los medios de vida, los instrumentos de trabajo, las materias primas que componen el capital, ¿no han sido producidos y acumulados bajo condiciones sociales dadas, en determinadas relaciones sociales? ¿No se emplean para un nuevo proceso de producción bajo condiciones sociales dadas, en determinadas relaciones sociales? ¿Y no es precisamente este carácter social determinado el que convierte en capital los productos destinados a la nueva producción?...”]

Desde el enfoque sistémico de los sistemas de producción agrícolas ***proponer una definición agroecológica de sistema de producción agrícola*** Recordar el título del trabajo.
Para producir los hombres contraen determinados vínculos y relaciones, y a través de estos vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos, es cómo se relacionan con la naturaleza y cómo se efectúa la producción… Estas relaciones sociales que contraen los productores entre sí, las condiciones en que intercambian sus actividades y toman parte en el proceso conjunto de la producción variarán, naturalmente según el carácter de los medios de producción… Las relaciones sociales en las que los individuos producen, las relaciones sociales de producción, cambian, por tanto, se transforman, al cambiar y desarrollarse los medios materiales de producción, las fuerzas productivas. Las relaciones de producción forman en conjunto lo que se llaman las relaciones sociales, la sociedad, y concretamente, una sociedad con un determinado grado de desarrollo histórico, una sociedad de carácter peculiar y distintivo… La sociedad antigua, la sociedad feudal, la sociedad burguesa, son otros tantos conjuntos de relaciones de producción, cada uno de los cuales representa, a la vez, un grado especial de desarrollo en la historia de la humanidad.
También el capital es una relación social de producción. Es una relación burguesa de producción, una relación de producción de la sociedad burguesa. Los medios de vida, los instrumentos de trabajo, las materias primas que componen el capital, ¿no han sido producidos y acumulados bajo condiciones sociales dadas, en determinadas relaciones sociales? ¿No se emplean para un nuevo proceso de producción bajo condiciones sociales dadas, en determinadas relaciones sociales? ¿Y no es precisamente este carácter social determinado el que convierte en capital los productos destinados a la nueva producción? (Engels, en la introducción a Trabajo asalariado y capital de Carlos Marx, edición de 1891)
En un primer tiempo, abordaremos las consideraciones teóricas referentes a la caracterización de sus elementos constitutivos, al análisis de las interdependencias existentes entre éstos y de su funcionamiento. Las consideraciones relativas a la dinámica de evolución y la reproducción los sistemas de producción serán analizadas posteriormente en un capítulo específico.

3.2. Los elementos constitutivos del sistema de producción: Las Fuerzas Productivas

De manera general, un sistema se caracteriza por:

- sus elementos constitutivos;
- la existencia de interdependencias entre estos elementos;
- la existencia de fronteras más o menos permeables con el entorno;
- su estructura, es decir la combinación de estos elementos en diferentes subsistemas;
- la existencia de diferentes flujos de energía, productos e Informaciones tanto entre los diferentes subsistemas como entre el sistema y su entorno.

La aplicación del concepto de sistema a la explotación agrícola nos lleva a definir los 3 elementos constitutivos, o fuerzas productivas, de un sistema de producción:

- la fuerza de trabajo;
- los Instrumentos de producción;
- el medio explotado.

Vale indicar que el tradicional término 'medios de producción' abarca solamente dos de estos elementos constitutivos del sistema de producción: los Instrumentos de producción y el medio explotado.
Fuerza de trabajo
Productor y grupo familiar
Mano de obra asalariada
Conocimientos técnicos y otros
Medio Explotado
Tierra cultivada
Tierra de pastoreo
Instrumentos de producción
Herramientas y equipamiento
Infraestrucuras
Material genético
Vegetal y animal

SISTEMA DE PRODUCCIÓN


















ENTORNO SOCIOECONÓMICO Y ECOLÓGICO





EL SISTEMA DE PRODUCCION:
LOS ELEMENTOS CONSTITUTIVOS












3.2.1 La fuerza de trabajo y sus conocimientos técnicos

La fuerza de trabajo del sistema de producción esta constituida por el productor y todos los otros miembros del grupo familiar que participan en el proceso de producción; la mano de obra asalariada permanente, cuando existe. Vale indicar que la mano de obra contratada de manera puntual (“peones" o “eventuales”) para ciertas labores agrícolas y pecuarias no es un elemento constitutivo del sistema de producción: representa un servicio tal como el alquiler de equipamiento.

[Comenzamos a ver aquí la fuerza de la ideología dominante: hay un propietario de los medios de producción que los explota y la mercancía “fuerza de trabajo” que recibe una paga por su venta, incluso una parte de ella es catalogada de servicio; no se considera la propiedad colectiva de los medios que colocaría a los trabajadores en una relación diferente frente a ellos: la distribución colectivo de los productos y de los excedentes]

La fuerza de trabajo se caracteriza por:
- la composición según la edad, el sexo y su origen (familiar, asalariada);
- los períodos de disponibilidad en el año para el sistema de producción (posibilidades de migración temporal, de otras actividades económicas, etc...);
- la organización del trabajo y la distribución de las responsabilidades entre sus diferentes miembros;
- los mecanismos existentes para la toma de decisión;
- las modalidades de apropiación y de repartición tanto de [los medios de producción], la producción como de los ingresos de la explotación,
- sus conocimientos técnicos

Por supuesto, el número de miembros del grupo familiar y de personas asalariadas influye sobre el tipo de actividades agropecuarias implementadas. Un número mayor de personas permite implementar actividades más intensivas en mano de obra o habilitar una mayor superficie. [¿Quiénes pueden “…implementar actividades mas intensivas en mano de obra…”?; aquellos que pueden comprar más fuerza de trabajo, es decir, los capitalistas del campo]

La edad de los diferentes miembros del grupo familiar es otra característica que se tiene que tomar en cuenta para entender esta selección de actividades. Por ejemplo, la existencia de un rubro ganadero ovino y caprino extensivo depende a. menudo de la presencia de niños o ancianos en el grupo familiar. La ganadería requiere de una persona casi a tiempo completo para el cuidado de los hatos durante el pastoreo diario en el monte, pero no genera Ingresos Importantes. El jefe de familia y su esposa no pueden dedicar su mano de obra a tal cuidado, puesto que tienen que dedicarla a actividades más remunerativas. Por lo tanto, son los niños o ancianos –físicamente limitados para otros trabajos agrícolas- quienes están encargados de este trabajo de vigilancia. [La perversa medición del trabajo sobre la base de la rentabilidad: la mujer, los niños y niñas y las ancianas y ancianos “valen” menos porque “rinden” menos al capital, por lo tanto merecen menos]

Además, las diferentes personas que constituyen la fuerza de trabajo del sistema no solamente actúan sino que también participan de manera más o menos efectiva en las decisiones tomadas: el “jefe” de familia no toma las decisiones de manera aislada. Así, el grupo familiar en su conjunto no es solamente actor sino también centro de decisión. [Pero desde la lógica de la ideología capitalista, que separa lo espiritual (Ideas, planificación, etc.) y material (Trabajo físico, ejecución) del ser humano, es el “Jefe” quien tiene el “derecho” de tomar las decisiones]

Por tal razón, tanto el nivel de conocimiento técnico como la percepción del entorno ecológico y socio-económico son también características importantes del grupo familiar.

3.2.2 Los Instrumentos de producción

Los instrumentos de producción están constituidos de:

- las herramientas (pico, pala, hacha, etc );
- el equipamiento (arado, tractor, moto-bomba, etc.
- las infraestructuras (corral, depósito, silos, etc.);
- los animales de trabajo y de transporte;
- el material genético animal y vegetal.

Se caracterizan por:
- los diferentes instrumentos disponibles;
- las características y el propósito de cada uno;
- el grado de desgaste -o de degeneración en el caso del material genético de cada uno.
- [Las formas de propiedad y tenencia]

Si bien, entre los elementos más conocidos de los sistemas de producción, se encuentran generalmente los instrumentos de producción, parece sin embargo necesario especificar lo siguiente al respecto: los instrumentos de producción no se reducen al equipamiento, a las herramientas y a las infraestructuras. Los animales de trabajo, de transporte y el material “genético" de la explotación son también importantes instrumentos de producción. [Sin pretender calificar el carácter que le imprime el autor, para la agroecología los animales, al igual que sus hermanos humanos, son un componente del sistema. Por tal razón deben tener las mejores condiciones para su existencia y reproducción]

Por una parte, la disponibilidad en animales de trabajo y de transporte influye mucho sobre el funcionamiento del sistema de producción.

Por ejemplo, la ausencia de yunta perjudica a las actividades agrícolas, porque entonces el grupo familiar depende de que una yunta quede libre, en las cercanías de la explotación, para realizar las labores de cultivo. Por lo tanto, a menudo no puede realizarlas en el momento oportuno, lo que incide sobre los rendimientos finales de los cultivos.

De la misma manera, la ausencia o la escasez de animales de transporte limita las posibilidades de comercialización y dificulta la utilización de la fuerza de trabajo de la explotación.

Por otra parte, el material genético disponible -que está constituido por el potencial genético de las diferentes especies animales y vegetales- determina en gran parte el nivel de la producción final.

Muy a menudo se caracterizan las variedades locales bajo el calificativo de 'criollas', y no se considera el hecho que estas variedades provienen de una selección realizada desde hace varias décadas por los productores. Si es cierto que esta selección se hace de manera más o menos empírica, las características de estas variedades o razas “criollas” responden sin embargo a criterios bien específicos. Por ejemplo, para las especies vegetales: adaptación a las condiciones climáticas, duración del ciclo vegetativo, preferencias alimentarías, posibilidad de asociación con otros cultivos, etc... Para las especies animales: adaptación a las condiciones topográficas de las tierras de pastoreo, resistencia a las enfermedades, aptitud para explotar especies forrajeras específicas, etc.... En un proyecto de desarrollo, el no tomar en cuenta que los productores tratan de seleccionar características genéticas que se adaptan a las condiciones de producción puede estar al origen de importantes fracasos. Como lo veremos, tal es a menudo el caso de los proyectos que tratan de introducir variedades 'mejoradas' de especies vegetales o animales. Si es cierto que tienen un alto potencial genético, por lo general no se adaptan bien a las condiciones locales de producción.

3.2.3 El medio explotado

El medio explotado se constituye de:

- las tierras de cultivo (ya sean cultivadas o en descanso);
- las tierras de pastoreo

Se caracteriza por:
- sus características ambientales;
- su grado de artificialización;
- la localización, la extensión y el modo de tenencia de las diferentes tierras explotadas.
- El tipo de tenencia y su consecuente conflictividad

La palabra "explotación” no alude a una simple utilización del medio natural: la relación real, del productor con éste va más allá. En realidad, el productor durante su proceso de trabajo “artificializa en parte el ecosistema, lo simplifica, privilegiando determinados flujos de materia y energía (absorción de las raíces, evapotranspiración, fotosíntesis, etc... ), y orientándolos hacia la producción de determinados productos (calorías, proteínas, madera, fibras textiles...)" (DUFUMIER, 1985). [La cuestión que esa artificialización y simplificación, basados en la lógica de la Revolución Verde, altera y destruye los agroecosistemas poniendo en peligro la vida misma sobre la tierra; es decir, no es tan ingenua la idea]

En otras palabras, el productor re-orienta parcialmente, mediante sus prácticas, el funcionamiento del ecosistema hacia su provecho: no modifica el principio de los flujos de energía y de materia -fotosíntesis, alimentación mineral e hídrica, etc... pero privilegia algunos y re-orienta otros.

El estado físico, químico y biológico de una parcela no tiene nada que ver con el estado original -no artificializado- del terreno: ya no es un medio natural sino un medio transformado. La lucha contra las malas yerbas, contra las plagas, la preparación del suelo, etc., son actividades que buscan artificializar al máximo el medio natural en vista de permitir el desarrollo óptimo -y por consecuencia el rendimiento máximo- de una especie particular. [Para la agroecología no hay malas yerbas ni plagas, hay condiciones creadas por el ser humano que rompen el equilibrio natural y que favorecen el desarrollo de una a tal nivel que es capaz de dominar y afectar negativamente el agroecosistema]

La agricultura en el medio montañoso andino es un ejemplo relevante de la importancia de la artificialización del ecosistema por el hombre. En efecto, las actividades agrícolas no hubieran podido permitir la sobrevivencia de tal población sin la construcción de las múltiples terrazas, sistemas de micro-riego, protecciones vivas (bosquetes) y muertas (paredes) contra las heladas, y tantas otras prácticas de transformación y adaptación del medio explotado.

3.3. Coherencia Interna e Interacciones entre Elementos Constitutivos del Sistema de Producción

3.3.1 Las interdependencias entre elementos constitutivos

Si es cierto que la caracterización de los diferentes elementos constitutivos del sistema de producción es una necesidad, también cobra particular importancia el estudio de su funcionamiento. [El principio fundamental para la agroecología en relación con el funcionamiento e interdependencia del sistema, a mi modo de ver, es lograr la relación armoniosa entre los elementos, considerados en su esencia, el mutuo respeto y la creación de condiciones que le garanticen buenas condiciones para existir].

Un primer paso para el estudio del funcionamiento de un sistema de producción consiste en el análisis de las interdependencias existentes entre cada uno de sus elementos. En efecto, las características de cada elemento influyen sobre los otros, y por lo tanto sobre el funcionamiento global del sistema.

Las características del medio explotado influyen tanto sobre los Instrumentos de producción utilizables, como en la utilización y la distribución de la fuerza de trabajo. Por ejemplo:

- un medio cultivado con una pendiente mayor a los 10% o con exceso de agua durante las épocas de preparación del suelo limita la utilización oportuna de instrumentos de tracción mecánica;

- condiciones ambientales difíciles o aleatorias limitan las posibilidades de recurrir a variedades y a razas mejoradas, generalmente mucho más sensibles que las criollas;

- un clima caliente y húmedo favorece el desarrollo de las plagas y de las malezas; por lo tanto las labores de lucha contra éstas necesitan más mano de obra e insumos que en un clima templado o frío. [Nuevamente se manifiesta la idea del desarrollo de “plagas y malezas” como si ello fuera una condición innata de los seres vivos que llegan a tal calificación; además la idea de “confrontación entre el ser humano y las demás especies]

Las características de los instrumentos de producción disponibles influyen tanto sobre la utilización y la distribución de la fuerza de trabajo entre las diferentes actividades, como sobre el grado de artificialización del ecosistema. Por ejemplo:

- para las mismas actividades agropecuarias, una explotación con herramientas manuales necesita más mano de obra que una explotación que cuenta con tracción animal o mecánica;

- el arado de vertedera permite por lo general un mejor control del medio natural que el arado egipcio: preparación más profunda del suelo, mayor eliminación de las malezas, etc.;

- la cría de vacas lecheras de raza fina necesita conocimientos técnicos mayores que la cría extensiva de ganado menor criollo. Al contrario de ésta, tiene que estar a cargo de las personas más responsables de la explotación. [¿Qué se entiende por “vacas finas”? ¿Bajo qué condiciones se consideran finas?. Una vaca lechera en su hábitat natural es tan resistente como una criolla en el suyo; pero cualquiera de ellas tendrá graves problemas si se introducen en ambientes inadecuados. Entonces ¿Una vaca criolla del llano apureño se puede calificar de fina en los Alpes Suizos?]

Las características de la fuerza de trabajo influyen tanto sobre los instrumentos de producción utilizables como sobre el grado de artificialización del ecosistema. Por ejemplo:

- una mayor disponibilidad en fuerza de trabajo permite realizar mayores labores de artificialización del ecosistema e implementar actividades más intensivas en trabajo;

- la utilización de medios de tracción mecánica, de variedades y de razas 'mejoradas' está supeditada, en particular, a los conocimientos técnicos de la fuerza de trabajo.

3.3.2 La coherencia Interna de un sistema de producción

Pueden parecer evidentes las consideraciones anteriores, sin embargo sus implicaciones para el análisis del funcionamiento de un sistema de producción son determinantes. Permiten subrayar que, para combinar las diferentes fuerzas productivas a su disposición -con miras a implementar varias actividades agropecuarias- un productor tiene que tomar siempre en cuenta las características y las interdependencias existentes entre éstas.

Un primer postulado de base para el análisis de los sistemas de producción debe ser que existe una determinada coherencia en la combinación de las diferentes fuerzas productivas del sistema de producción.

Los extensionistas cometen frecuentemente el error de creer que el campesino es por definición irracional, incoherente o reacción al cambio. Consideran que la evolución tecnológica sólo es posible con un cambio de mentalidad; así la extensión se convierte en un martillo persistente que busca "lavar el cerebro" de los campesinos.

Esta actitud equivocada de los extensionistas se da porque sus análisis del funcionamiento de la explotación se quedan en el "cómo”. No buscan entender la lógica del campesino, ni entender o tratar de explicar las razones de ser de su comportamiento (el “por qué”). [¡¡ Y nunca podrán entenderlo porque el sistema educativo en su eje de las ciencias agropecuarias los formó para reproducir la lógica capitalista en la producción agrícola y en esa lógica el campesino es “…irracional, incoherente y reacio al cambio !!]


En muchas comunidades andinas existe un agudo sobrepastoreo y, por lo tanto una degradación del medio ambiente, hecho que se debe a una sobrecarga de animales en comparación con el potencial forrajero de las tierras de pastoreo. Los proyectos de desarrollo buscan a menudo cambiar la práctica campesina de ahorrar únicamente en ganado (causa principal, según estas, de la sobrecarga de animales), proponiendo otras formas de ahorro (caja comunal de ahorro/crédito por ejemplo), Pero por lo general estas propuestas no alcanzan el éxito esperado y la culpa de estos fracasos relativos recae sobre los productores, considerados como incoherentes o inconscientes de la degradación del medio ambiente.

En realidad esta práctica de los productores, si es cierto que es devastadora. No es tan incoherente si se considera el funcionamiento global de la explotación. En efecto, el estiércol del ganado menor representa muchas veces la única fuente de abono para los campos de cultivo. Para la mayoría de los productores, la utilización de fertilizantes químicos es demasiado costoso y riesgoso: las condiciones climáticas muy aleatorias no les aseguran que la cosecha les permita valorizar la inversión realizada. Por lo tanto, para contrarrestar la pérdida de fertilidad de sus terrenos, los productores tienen lógicamente que buscar aumentar el tamaño de sus rebaños. En ausencia de otras posibilidades técnicas adaptas, esta práctica permite la fertilización de los terrenos cultivados.

En consecuencia, las alternativas técnicas propuestas tienen que tomar en cuenta que ésta estrategia de los productores está determinada -en las condiciones actuales- por la ausencia de otras técnicas adaptadas para abonar sus terrenos. No se trata de una supuesta falta de conciencia de la degradación del medio ambiente: es antes de todo una cuestión de sobrevivencia a corto plazo. Así, se necesita desarrollar técnicas de mejoramiento de la fertilidad de los suelos (introducción de cultivos de leguminosas, elaboración de compost, etc., antes de proponer otras formas de ahorro MORALES, 1993).

Este postulado que plantea la existencia de una cierta coherencia interna en el funcionamiento de los sistemas de producción no quiere decir que los campesinos tengan siempre razón. Es evidente que ellos también pueden tomar decisiones equivocadas. No se trata de caer en situación extrema que consistiría en buscar justificar de manera "idealista' todas las prácticas implementadas por los campesinos.

Este postulado representa una base de análisis que apunta a considerar que cualquier tipo de decisión del campesino responde siempre a determinadas razones. Así, la hipótesis fundamental debe ser que los productores tienen razones de peso para implementar los sistemas de producción existentes. Desde luego, y como en el caso concreto anterior, antes de proponer técnicas alternativas, se las debe investigar y tomar en cuenta.

Como primera conclusión, este postulado nos Incita -antes de criticar, de “juzgar” la coherencia del comportamiento de un productor y de proponer técnicas alternativas- a buscar:

- ¿Cuáles son las fuerzas productivas a disposición del productor?
- ¿Cómo las combina y cuál es el objetivo específico de esta combinación, es decir su razón de ser?
- ¿Cuáles son los factores y limitantes que determinan esta combinación?
- ¿En qué medida la combinación adoptada es apropiada, es decir en qué medida permite lograr el objetivo?

Además, la coherencia Interna en la combinación de las fuerzas productivas es a menudo tal que la introducción de una innovación técnica puntual puede representar un trastorno Importante para la organización y el funcionamiento del sistema de producción.

Por ejemplo, se suele incentivar la introducción del arado de hierro para mejorar las labores de preparación del suelo. Pero, al contrario del arado egipcio o del azadón, la utilización del arado de vertedera presupone que el suelo está bastante humedecido hasta una profundidad de 15 cm para que no oponga una resistencia demasiado fuerte al paso de la herramienta. Para esperar este estado del suelo, la fecha de siembra así como todo el calendario del cultivo tiene que ser postergada. En consecuencia, el productor corre el riesgo de que el cultivo no pueda terminar su ciclo a tiempo, y que el rendimiento final se vea afectado. Debido a este riesgo, la introducción de tal innovación tiene que contemplar también la utilización de variedades de ciclo vegetativo más corto (DUFUMIER, 1985).

Pero además: ¿los animales disponibles para la tracción son lo bastante robustos como para arrastrar el equipo? ¿Acaso, la postergación de las labores de cultivo de este cultivo no va a crear competencia con otras actividades que también requieren el uso de la fuerza de trabajo familiar? ¿Las necesidades en insumos de estas nuevas variedades están adaptadas a las posibilidades financieras del grupo familiar? Etc.

Así, cualquier cambio en las características de uno de los elementos constitutivos repercute sobre el funcionamiento global del sistema de producción. Por tal razón, muchas propuestas técnicas alternativas no son aceptadas de inmediato por los productores, ya sea porque el efecto positivo sobre la actividad agropecuaria correspondiente queda más que anulado por un efecto negativo sobre otra, ya sea porque implica una adaptación del funcionamiento del sistema que solamente se puede dar a mediano plazo (KERVYN, 1987).

Como segunda conclusión, en base a este postulado, no se puede pensar en cambiar uno de los elementos del sistema sin evaluar previamente las consecuencias que tendrá este cambio sobre los otros elementos y por lo tanto sobre el funcionamiento global de la explotación.

3.4. Interacciones con el Entorno y Racionalidad Socio-Económica del Sistema de Producción

3.4.1 El sistema de producción no es un sistema cerrado

Hemos visto precedentemente que los diferentes elementos del sistema de producción mantienen importantes interdependencias y que, tomándolas en cuenta, el grupo familiar combina estos diferentes elementos con cierta coherencia. Pero el funcionamiento del sistema de producción no depende solamente de sus características internas sino también de las características de su entorno socioeconómico (regional, nacional e internacional).

Por ejemplo, para elegir el cultivo de ciertas especies vegetales y la crianza de ciertas especies animales, el productor toma también en cuenta:

- las condiciones de comercialización;
- los precios vigentes y su estabilidad (factores a veces determinados por los mercados internacionales);
- las posibilidades de conseguir crédito, asistencia técnica, de contratar mano de obra, etc .. ;
- etc.

Para distribuir la mano de obra familiar entro las actividades agropecuarias y extraagrícolas el productor toma también en cuenta:

- las posibilidades de empleo temporal (locales o afuera de la región) en las diferentes temporadas del año;
- el precio del jornal y de los productos agropecuarios;
- la existencia local de normas sociales (ayuda familiar entre explotaciones, trabajos comunales,... );
- etc.

De la misma manera, los productores buscan maximizar la esperanza matemática del rendimiento de sus producciones si -y sólo si- las condiciones de producción no son precarias, ni aleatorias. Al contrario, buscan minimizar los riesgos cuando trabajan en situación de vulnerabilidad: endeudamiento, posibilidades de catástrofes naturales, etc.
...
Así, las condiciones socio-económicas, en las cuales están inversas las explotaciones tienen también una influencia determinante sobre su funcionamiento.

En muchos proyectos de desarrollo agrícola, se busca introducir el uso de semillas 'moradas' de diversas especies vegetales, a fin de aumentar los ingresos de los productores. Pero los extensionistas frecuentemente tropiezan con una actitud de rechazo de parte de muchos campesinos, que son calificados de “tradicionalistas” de “irracionales” A pesar de los esfuerzos y de los incentivos, una gran parte de los productores no quiere adoptar las innovaciones propuestas. Como son en general los más pobres los que no aceptan estas innovaciones, la relación “son pobres porque son adversos al progreso” nace fácilmente.

Pero en realidad el problema reside en que, para aprovechar el potencial productivo de estas semillas, se necesita aplicar un “paquete tecnológico” particular (insumos, preparación del suelo... ). Por lo general, este paquete es muy costoso en comparación de las posibilidades financieras de muchos productores. Por otra parte, estas semillas son mucho más sensibles a las condiciones ambientales de cultivo (estructura del suelo, clima, plagas...) que las semillas criollas. Toda variación de estas condiciones influye fuertemente en el rendimiento final.

En resumen, estas semillas requieren una inversión mayor, y al mismo tiempo implican un riesgo mayor. Para productores que están en el límite de la sobrevivencia física, vale más tener una cosecha quizá reducida pero casi segura, con semillas criollas, que semillas “mejoradas” más productivas, pero al mismo tiempo mucho menos seguras. Es cuestión de sobreviviencia.

Los dos postulados de base para analizar esta influencia son los siguientes (DUFUMIER, 1988):

- los agricultores tienen más interés en especializar en cierta medida sus actividades hacia la producción de mercancías destinadas a la venta cuando las interrelaciones de intercambio son "justas' y estables. Si no es el caso, tienen más interés en producir bienes destinados en prioridad al autoconsumo familiar;

- en vista de mejorar su nivel de vida, los productores tienen siempre interés en valorizar al máximo aquellos recursos (tierra o fuerza de trabajo) de los cuales disponen en cantidad relativamente menor.

En base a estos dos postulados teóricos, se puede caracterizar las cuatro racionalidades socioeconómicas más frecuentes, es decir los 4 criterios principales de gestión de una explotación, determinadas por las condiciones socioeconómicas vigentes:

- la autosubsistencia;
- la maximización del valor agregado por hectárea;
- la maximización del valor agregado por hora de trabajo;
- la maximización de la tasa de ganancia.

La presentación de estas racionalidades socio-económicas, y de algunos casos concretos, nos va a demostrar cuán importante es tomar en consideración los criterios económicos de las diferentes categorías de productores para evaluar la razón de ser del funcionamiento global de su sistema de producción.

3.4.2 La autosubsistencia
Esta racionalidad se encuentra principalmente en las regiones donde las condiciones de comercialización son desfavorables:

- en regiones fuertemente aisladas en las cuales el transporte de los productos agrícolas es muy difícil, sobre todo para los pequeños productores que carecen a menudo de animales de transporte;

- en regiones en las cuales la comercialización de los productos agropecuarios es acaparada por pocos comerciantes y donde en consecuencia las condiciones de intercambio son muy desfavorables a los productores;
- en condiciones de fuerte Inestabilidad de los precios de los insumos y/o de los productos agropecuarios por causa de inflación, de especulación, etc.;

- en condiciones de precios nacionales de los productos agropecuarios muy bajos, generalmente provocados por la importación masiva de estos mismos.

En estas condiciones, los agricultores buscan producir una gama diversificada de alimentos que permite asegurar la autosubsistencia del grupo familiar. Se integran muy poco al mercado: la actividad agropecuaria es dirigida en primera instancia hacia la producción de bienes para el auto-consumo y compran muy pocos insumos. Los pocos excedentes que pueden lograr se comercializan para permitir la compra de algunos productos básicos indispensables (aceite, sal, fósforos, etc... ).

Por ejemplo, en las comunidades de las montañas de Chuquisaca en Bolivia, los productores encuentran grandes dificultades de transporte para comercializar sus productos agrícolas. Por lo tanto, los pocos comerciantes locales tienen casi el monopolio de compra y lo aprovechan para hacerlo a precios muy bajos. En tales condiciones, los productores escogen cultivos ante todo para el auto-consumo familiar, recurren al trueque con otros productores para conseguir lo que no producen y comercializan solamente animales, que pueden desplazarse por sí mismos, a pie
(PRADEM, 1989).

Así no se trata de “falta de espíritu empresarial” sino de condiciones que determinan el poco interés de los productores para desarrollar producciones en vista de comercialización. Al contrario, cuando las condiciones tanto de comercialización como de aprovisionamiento en insumos son más favorables, los productores tienen interés en organizar su sistema de producción hacia la producción de mercancías para el mercado. En este caso, tienen Interés en buscar incrementar sus ingresos monetarios por una mayor integración al mercado, y a menudo compran una buena parte de los productos necesarios al consumo familiar.

Pero, como lo veremos en detalle con las 3 racionalidades siguientes, para aumentar sus ingresos monetarios, los productores pueden tener diferentes criterios de gestión de su sistema de producción, según las condiciones socioeconómicas en las cuales están inmersos.

3.4.3 La maximización del valor agregado por hectárea

Esta racionalidad se encuentra frecuentemente en las explotaciones donde la tierra es relativamente escasa en relación a los otros recursos productivos: las condiciones socio-económicas vigentes impiden que los productores tengan acceso a una mayor superficie.

En estas condiciones la estrategia de los productores va a consistir en desarrollar actividades agropecuarias que generan un ingreso máximo por unidad de superficie. Lógicamente, se busca cultivar toda la superficie disponible sin desperdiciar ni un cm2. Así, los productores desarrollan actividades agrícolas muy intensivas en trabajo (puesto que es el recurso relativamente más disponible de la explotación): hortalizas, frutas, cultivos asociados, tubérculos, etc... Estas producciones necesitan muchos cuidados pero suelen ser altamente remunerativas. En general, la actividad ganadera se desarrolla mediante la cría de vacas lecheras, principal actividad pecuaria que genera un importante ingreso por unidad de superficie.

En condiciones de comercialización particularmente buenas y seguras, una intensificación en el uso de insumos comprados se puede sumar a la intensificación en trabajo. En tales condiciones, estas explotaciones pueden tener interés en especializarse en un cultivo dado y recurrir a gran cantidad de insumos. Por ejemplo en Costa Rica y en México, con el desarrollo de sistemas de comercialización seguros y de fomento a la producción, numerosas pequeñas explotaciones han podido especializarse en la producción de café. Así, se llegó al caso extremo en el cual explotaciones practican el monocultivo de café y recurren a paquetes tecnológicos costosos. La alimentación de la mano de obra familiar es comprada en su casi totalidad (DUFUMIER, 1989).

3.4.4 La maximización del valor agregado por hora de trabajo o maximización de la remuneración del trabajo familiar. Esta racionalidad socio-económica caracteriza a las explotaciones donde la fuerza de trabajo familiar es relativamente escasa en comparación con los otros recursos de la explotación. Esta situación se encuentra generalmente en las explotaciones que tienen acceso a importantes superficies de tierra.

En estas condiciones, la precedente racionalidad, es decir buscar maximizar el valor agregado por unidad de superficie, es muy difícil. Las actividades agropecuarias intensivas exigen frecuentemente demasiada mano de obra en comparación a la cantidad disponible en la unidad de producción.

Para estos productores, no es conveniente buscar el aumento del rendimiento por hectárea, si la fuerza de trabajo utilizada para este fin puede ser empleada de manera más eficaz en la ampliación de la superficie explotada (DUFUMIER, 1985): tienen más interés en explotar de manera extensiva toda la superficie disponible que explotar intensivamente solamente una parte de las tierras disponibles. Por ejemplo, en las zonas de frontera agrícola en las que la tierra disponible es todavía relativamente abundante, los productores practican por lo general sistemas de cultivo extensivos en trabajo. Se realiza el chequeo del bosque y se siembra sin realizar posteriormente todas las labores de cultivo. El ingreso final de tal explotación de 5 o 6 hectáreas es superior al ingreso que hubiera tenido el productor si hubiese explotado intensivamente 2 ó 3 hectáreas (ya que no podría explotar más hectáreas de esta manera por falta de mano de obra familiar).

Los productores que implementan ganadería extensiva en su explotación tienen la misma racionalidad. Si este tipo de ganadería no permite un beneficio bruto elevado por hectárea, sí permite sin embargo un ingreso total superior al cultivo intensivo de algunas hectáreas.

3.4.5 La maximización de la tasa de ganancia

Esta última racionalidad socio económica se encuentra en las muy grandes explotaciones en las cuales de manera general la fuerza de trabajo proviene exclusivamente de la mano de obra asalariada. Por lo general, los terratenientes tienen recursos financieros importantes; pero sin embargo, las producciones agropecuarias existentes en su finca son a menudo muy extensivas, es decir que generan muy poco valor agregado por hectárea. ¿Será irracional el comportamiento de estos "productores"?. No. Para estos terratenientes, el "problema" es valorizar al máximo el capital que poseen, sabiendo que pueden existir otros sectores económicos en los cuales invertirlo: comercio, industria, especulación, etc.

Cualquier inversión o inmovilización temporal de capital que podrían realizar en una actividad agropecuaria específica se evalúa considerando la tasa de ganancia que podrían obtener con la misma inversión en otro rubro económico.

Es importante notar que habiendo conseguido gratuitamente sus tierra agrícolas (herencia, amplia colonización de frontera agrícola, apropiación ilegal, etc..), ésta no representa una inversión de capital. Por ejemplo, en Venezuela un terrateniente posee más de 100.000 ha. aptas para irrigación; sin embargo solamente 2.000 están irrigadas en las ha. Suplementadas existe una ganadería extensiva (¡de orden de 10 kg. de peso vivo por ha!) casi sin ningún cuidado. Esta actitud es perfectamente racional cuando se considera que su estrategia es maximizar la tasa de ganancia (plus valía/capital invertido): la tierra no le costo nada, en consecuencia como no hay ningún costo ni inversión, su tasa de inversión es altísima (muy poca plus -valía/casi 0 ). En tales condiciones, ninguna inversión en el sector agropecuario le podría brindar tal tasa de ganancia: por lo tanto invierte su capital en otros sectores económicos... Además sus ganancias son más altas que el simple crecimiento natural de hato: por el aumento de la densidad demográfica, el precio de sus tierras va subiendo (DUFUMIER, 1989).

Sin llegar a tal extremo, muchos terratenientes tienen la misma racionalidad socio económica, lo que explica comportamiento que, a primera vista, puede parecer irracionales.

En Salvador, el equipamiento y las infraestructuras de las explotaciones de caña de azúcar de los terratenientes son totalmente obsoletos, y los mayores gastos son destinados a la cosecha. En efecto, los terratenientes invierten su capital en otros sectores económicos y el poco dinero invertido en la zafra es rentabilizado inmediatamente con la venta de la caña... (DUFUMIER, 1985). Al contrario, en el caso que las tierras fueran compradas al precio del mercado, esta compra representa una importante inmovilización de capital. Por lo tanto actividades extensivas como las descritas anteriormente no permite una tasa de ganancia interesante en comparación, por ejemplo, con las tasas existentes en las actividades comerciales.

En estos casos, para valorizar su inversión, los terratenientes tienen que implementar actividades agrícolas muy intensivas, como es el caso de las plantaciones frutícolas para la explotación (plátanos, cítricos, etc...).

3.4.6 El concepto de “costo de oportunidad”

Después de la caracterización de estas diferentes racionalidades socio-ecónomicas, vale indicar que cada una de éstas puede presentar matices según las características del mercado de trabajo existente a nivel regional, nacional e incluso a veces internacional.

En efecto en caso de existencia o aparición de posibilidades de empleo fuera de la explotación, los productores pueden adaptar su sistema de producción para aprovechar estas oportunidades. El interés de trabajo de una hora en la finca va a ser evaluado en comparación con los ingresos que permite una hora de trabajo fuera de la explotación. Por ejemplo en México, en una zona donde las posibilidades de empleo son muy pocas, los productores realizan dos deshierbes manuales de su cultivo de maíz contrariamente a la otra zona con condiciones ambientales similares, en la cual los productores realizan solamente su deshierbe. Se puede explicar esta diferencia por lo hecho que en esta ultima zona existen posibilidades locales de empleo: el aumento de rendimiento (y en consecuencia el aumento de ingreso correspondiente) que permite los tres días suplementarios de deshierbe es despreciable en comparación a los ingresos que se gana trabajando tres días como peón. En el caso de los productores que realizan este deshierbe suplementario, el costo de oportunidad de su mano de obra es nulo, puesto que no hay posibilidades de empleo. Este trabajo no les “cuesta” nada y puede permitir un pequeño aumento del rendimiento (VILLARET, 1989).

Además vale indicar que si es cierto que este es cierto que este concepto de costo de oportunidad es particularmente operativo para analizar y entender la distribución de la mano de obra entre diversas actividades, sin embargo su utilización puede ser también relevante para analizar cómo el productor distribuye sus recursos financieros entre varias actividades económicas.

4 El Sistema de producción: Evolución y Reproducción

4.1 El Sistema De Producción: Una Estructura Dinámica

Un sistema no es una estructura estable en el tiempo, sino al contrario una estructura dinámica. No debe ser asimilado a una simple máquina que funcionaría de manera perfecta y donde cada elemento sería un engranaje más: sus diferentes elementos se desgastan en el proceso de funcionamiento y siempre existen contradicciones internas. Además, los diferentes elementos constitutivos del sistema se combinan a menudo en sub-sistemas, también dinámicos, y que por lo tanto se transforman con el tiempo, Así, transformaciones y cambios en los sub-sistemas provocan también perturbaciones y contradicciones en el funcionamiento global del sistema, que pueden desembocar en una situación de crisis general.

Pero las contradicciones y los cambios internos de un sistema no son las únicas fuentes de perturbación: cambios en el entorno o en los flujos provenientes de éste pueden también desembocar en una crisis de funcionamiento. Para superar tales crisis, que siempre suceden, un sistema tiene que ser capaz, en cierta medida, de evolucionar y adaptarse a través de un proceso de desorganización-reorganización. Por lo tanto, es esta capacidad de adaptación la que determina en última instancia sus posibilidades de reproducirse a pesar de las perturbaciones existentes.

4.1.1 La dinámica de evolución de un sistema de producción

A menudo de manera peyorativa se califica la agricultura campesina como 'tradicional', en oposición a la agricultura capitalista que se considera como la única capaz de evolucionar, la única que es "dinámica”. Estos supuestos demuestran que se conoce mal la agricultura campesina y su funcionamiento. En efecto, las fuentes de desequilibrio o de perturbación para los sistemas de producción son numerosas y provienen:

- del desgaste de sus elementos durante el proceso de producción agropecuaria;
- de la existencia de contradicciones en su funcionamiento:
- de cambios en el entorno socio-económico

Si se considera la frecuente incidencia de estas perturbaciones, se puede comprobar que como todo sistema, los sistemas de producción no son estructuras estables sino por el contrario estructuras dinámicas. No son estáticos; al contrario, son capaces, en cierta medida, de transformarse y adaptarse a la aparición de estos desequilibrios, y por lo tanto de evolucionar.

4.1.2. Perturbaciones provenientes de contradicciones internas

Si bien es cierto que el funcionamiento de un sistema de producción tiene siempre cierta coherencia interna, este hecho no debe esconder la existencia de fuerzas contradictorias en su seno. La agudización de estas contradicciones -ya sea a corto, mediano o largo plazo- determina a menudo una crisis de funcionamiento.

Una de las formas más difundidas de ahorro campesino es la compra paulatina de cabezas de ganado menor. En ausencia de posibilidades bancarias adaptadas, esta forma de ahorro representa una real caja de ahorro con ventajas reales tales como rendir un interés (el crecimiento natural del hato), estar siempre disponible, ser fraccionable (se puede vender una o diez cabezas según la necesidad) y mantener un valor protegido de las consecuencias de la inflación.

Pero si tal práctica es estrictamente racional, teniendo en cuenta la ausencia de alternativas de ahorro con semejantes ventajas similares, sus consecuencias a mediano plazo pueden provocar una grave crisis. En efecto, se da un incremento constante del tamaño del hato, el que a menudo sobrepasa las capacidades forrajeras de las tierras de pastoreo, lo que provoca un sobrepastoreo y la destrucción consecuente de los recursos forrajeros disponibles.

Así, debido a la agudización del sobrepastore provocado por el aumento paulatino de este ahorro, aparece una contradicción interna en el funcionamiento de la explotación: la cantidad y la calidad de los recursos forrajeros disminuyen, numerosos animales se debilitan y mueren por causa de la escasez de forrajes. Por lo tanto las ventajas de esta práctica van desapareciendo y el buen funcionamiento del sistema de producción corre peligro ...

Las contradicciones o desequilibrios internos pueden ser también provocados por:

- el desgaste paulatino de los diferentes elementos del sistema de producción; por ejemplo, los diferentes Instrumentos de producción se desgastan en el transcurso del proceso de producción, por lo tanto su potencial va decreciendo, lo que puede perjudicar a la buena realización de las labores agropecuarias;

- un cambio en uno o vados de los elementos constitutivos; por ejemplo, el aumento de la superficie cultivada, sin el aumento correspondiente de la disponibilidad de abonos orgánicos o químicos, pone en peligro la fertilidad de los suelos; la introducción de actividades intensivas en mano de obra puede competir con las actividades ya existentes por la asignación de la fuerza de trabajo
familiar, etc.

4.1.3 Cambios en el entorno socio-económico

Los cambios en el entorno socio-económico representan otra fuente importante de perturbación en el funcionamiento de las explotaciones. En efecto, las características del entorno no son inmutables sino que, por el contrario, cambian con el tiempo. Por ejemplo:

- los precios de los productos agrícolas suben o bajan, aparecen o desaparecen posibilidades de comercialización, etc... En consecuencia los productores introducen o abandonan algunas producciones, tratan de reducir sus costos de producción, almacenan y/o transforman sus productos, emigran de manera temporal, invierten en medios de transporte, etc...

- aparecen nuevas plagas y en consecuencia los productores tienen que experimentar nuevas técnicas de control fitosanitario, seleccionar las variedades cultivadas en base a otros criterios o cambiar de material genético, etc..

- se debilita la organización comunal en los sistemas de auto-ayuda y en consecuencia el productor tiene que adaptar sus actividades agropecuarias en función de la mano de obra disponible en la explotación misma.

- aparecen oportunidades temporales de empleo muy remunerativo y en consecuencia los productores tienen que adecuar el funcionamiento global de la explotación en función a sus períodos de ausencia.

4.1.4 Posibilidades de evolución

A lo largo de su historia, todo sistema de producción se suele enfrentar a diversas perturbaciones en su funcionamiento: por lo tanto, para hacerles frente y para seguir reproduciéndose, debe adaptarse y evolucionar. Para superar la crisis que atraviesa a causa de estos problemas, un sistema de producción tiene cierta capacidad de adaptación mediante un mecanismo de desorganización-reorganización. Este mecanismo puede influir tanto en el funcionamiento cambios en las prácticas. Reorganización de los sub-sistemas etc... como en los elementos constitutivos cambios de material genético, emigración temporal, inversión en nuevas herramientas. etc...

Un caso extremo de este fenómeno de desorganización-reorganización es el de las familias campesinas que, a raíz de una profunda crisis, abandonan su explotación para emigrar a otra zona en la cual empiezan nuevas actividades agropecuarias. Si es cierto que el sistema inicial desaparece, no obstante el grupo familiar no abandona la actividad agropecuaria.

Pero, hemos hablado de una “cierta” capacidad de adaptación: no es sinónimo de “perenidad”. Si no se encuentra solución a las perturbaciones existentes, el sistema de producción se destruye a cierto plazo y en consecuencia el productor puede desaparecer como tal: a menudo tiene que encontrar otra actividad económica para asegurar su supervivencia.

De manera general, la capacidad de adaptación del sistema de producción, y por lo tanto su capacidad de evolución, depende fundamentalmente del acceso a dos recursos básicos e indispensables para los necesarios cambios internos:

- capital para herramientas, lnfraestructuras, animales de trabajo, etc...
- información técnica, económica, organizativa, etc... .

Los sectores campesinos de la agricultura tienen por lo general un acceso ilimitado a estos recursos. La capacidad de acumulación de capital es débil en comparación a las necesidades, y la información es dispersa y a menudo poco adaptada. Si los sectores capitalistas de la agricultura -principalmente las grandes explotaciones de producción agropecuaria para la exportación- parecen ser más dinámicos, es justamente porque tienen un amplio acceso a estos dos recursos fundamentales.
4.2 La Finalidad Del Sistema De Producción: Su Reproducción Socio Económica

4.2.1 La reproducción de un sistema

La finalidad de un sistema es la búsqueda de su reproducción. Reproducción quiere decir reposición del sistema en su conjunto para un próximo ciclo de funcionamiento. Esta reproducción puede ser:

- "nula', cuando el sistema no se reproduce por el hecho de contradicciones internas a su funcionamiento o a desequilibrios provenientes del exterior. La no-reproducción de un sistema se traduce por una degradación cualitativa y/o cuantitativa de los flujos entre los sub-sistemas, y entre sistema y entorno. Si bien esta situación de crisis no es siempre sinónimo de desaparición inmediata, sin embargo en caso de mantenerse, provoca su desaparición a la larga.

- "simple", cuando el sistema que se repone es idéntico al anterior: no hay mejoras del funcionamiento general.

Los flujos (informaciones, productos y/o energía) que salen del sistema no han cambiado en comparación con el inicio del ciclo de funcionamiento.

- “ampliada”, cuando la reposición se realiza con un mejoramiento del funcionamiento general por una evolución de su estructura y/o de las diversas interrelaciones entre sub-sistemas. Los flujos que salen del sistema han cambiado positivamente -de manera cualitativa y/o cuantitativa- en comparación con la situación al inicio del ciclo de funcionamiento, o los diferentes elementos constitutivos sufren un menor desgaste en el transcurso del ciclo.

4.2.2 La reproducción socio-económica del sistema de producción

Hemos visto precedentemente que la estructura de un sistema de producción se constituye de 3 elementos o fuerzas productivas: el ecosistema explotado, la fuerza de trabajo y los instrumentos de producción. En el proceso de producción, estos elementos se desgastan parcialmente; por lo tanto
el productor necesita reponer el potencial productivo de cada uno para empezar un nuevo ciclo productivo. En efecto, por la importancia de las interdependencias existentes, si el potencial de uno de estos elementos disminuye, todo el funcionamiento y el potencial global de la explotación se verá afectado.

En consecuencia, la reproducción del sistema de producción -su reposición para un próximo ciclo de producción- supone la reposición de cada uno de sus elementos constitutivos.

La capacidad de reproducción del sistema descansa en el volumen de la producción total de la explotación, es decir en sus resultados económicos. De estos resultados económicos depende la reposición de la totalidad de las fuerzas productivas del sistema.

De manera general, se denomina:

- “umbral de reproducción”: el valor de la producción total que permite, reposición al idéntico de todas las fuerzas productivas del sistema de producción;
- no reproducción: El hecho que la producción total de la explotación no permite reponer a calidad al menos una de las fuerzas productivas, es decir que el valor total de la producción no llega al umbral de reproducción. Por lo tanto, la capacidad productiva del sistema disminuye.

Esta no-reproducción puede provocar -según su amplitud y la situación económica del grupo familiar- una caída del nivel de vida del grupo familiar (calidad de la alimentación, salud, nivel de educación de los niños, etc... ), la obligación de vender una parte de la fuerza de trabajo familiar para conseguir los necesarios ingresos monetarios complementarios, etc... e incluso la desaparición del sistema.

- “reproducción simple": el hecho que la producción total permite la reposición de todas las fuerzas productivas del sistema de producción y que por lo tanto la capacidad productiva del sistema se mantiene;

- “reproducción ampliada”: el hecho que el valor de la producción total rebasa el umbral de reproducción. Por lo tanto, los resultados económicos permiten no solamente la reposición de las fuerzas productivas del sistema sino también un aumento de la capacidad productiva de éste.

Esta situación de reproducción ampliada se caracteriza por la existencia de una cierta posibilidad de acumulación de capital en las fuerzas productivas. Por ejemplo, esta acumulación en las fuerzas productivas puede traducirse en la compra de tierras, la realización de mejorías, la compra o el mejoramiento de herramientas y equipamiento, la adopción de paquetes tecnológicos, el mejoramiento del estado de salud del grupo, etc.

4.2.3 La reproducción de la fuerza de trabajo

En la mayoría de los estudios, es el único elemento del sistema que se considera cuando se habla de reproducción. Si es cierto que la reproducción de la fuerza de trabajo familiar es imprescindible para la subsistencia del sistema a corto plazo, veremos a continuación que la reproducción de los otros elementos determina también su subsistencia a mediano y largo plazo.

En primera Instancia, la reproducción de la fuerza de trabajo tiene que ser física. El sistema de producción tiene que permitir la alimentación adecuada y él mantenimiento de la salud del grupo familiar. Pero la reproducción de la fuerza de trabajo del sistema tiene que ser también social. Tiene que permitir su inserción en la sociedad: gastos para la educación, para acontecimientos comunales, para obligaciones sociales, etc.

4.2.4 La reproducción de los Instrumentos de producción

Las herramientas y las infraestructuras se desgastan durante el proceso de producción; los animales de trabajo envejecen y el material genético puede degenerarse... Al cabo de varios años -y a pesar de los posibles esfuerzos de mantenimiento- el productor se verá obligado a reemplazados. Por una parte, los ingresos producidos por el sistema de producción tienen que permitir primero el mantenimiento de los instrumentos 'mecánicos' de producción, y luego su renovación. En caso contrario, la capacidad productiva del sistema disminuirá, los trabajos agrícolas no podrán terminarse a tiempo o serán realizados de manera imperfecta, y en consecuencia el rendimiento final de los cultivos se verá afectado: Por ejemplo, es el caso del buey de una yunta que envejece. Ya no tiene la misma capacidad de trabajo y si el productor no lo puede cambiar, las consecuencias van a ser las explicadas anteriormente. De la misma manera, si muere uno de los animales sin que existan posibilidades financieras para reemplazado, las consecuencias van a ser todavía mayores: el productor no solamente tendrá que pagar para alquilar uno sino que además, tendrá que esperar que haya uno libre entre las familias aledañas a su explotación.

Por otra parte, tanto la cantidad como la calidad del material genero vegetal y animal de la explotación tienen que mantenerse. Por ejemplo, los bajos niveles de los rendimientos obligan a menudo a los productores a consumir buena parte de sus semillas y los pocos recursos económicos les impiden muchas veces conservar sus semillas en buenas condiciones: una gran cantidad de las semillas es dañada por plagas y enfermedades, destruida por fenómenos de podredumbre y ataque de roedores... Así los productores no pueden realizar prácticas de selección adecuadas, la calidad genética de las semillas se degenera, la cantidad disponible para la siembra no es suficiente y los rendimientos disminuyen.

4.2.5 La reproducción de la artificialización del medio explotado

Hemos visto que el productor artificializa en cierta medida el ecosistema. Para una real reproducción del sistema, se tiene que mantener esta artificialización. Por ejemplo, si el control de las malas yerbas en los terrenos cultivados se debilita, la competencia con los cultivos va a aumentar, lo que provoca a corto o mediano plazo una baja en los rendimientos. De manera similar, si no se mantiene la fertilidad de los suelos con el uso adecuado de fertilizantes minerales y orgánicos, los rendimientos también van a bajar a corto o mediano plazo.

Si no se considera la reproducción de estos 3 elementos constitutivos, el análisis de la situación económica de un sistema de producción puede tener un importante sesgo.

Si se considera solamente el estado de la fuerza de trabajo, un sistema de producción puede parecer a primera vista en situación económica estable, es decir, reproduciéndose sin mayor problema. El hecho que el grupo familiar de una explotación tenga acceso a una alimentación y educación básica, que pueda participar en los acontecimientos sociales de la comunidad, etc.... puede parecer un buen indicador de una situación económica estable. Pero después de 5 años, se hace evidente que la migración temporal de un miembro del grupo familiar -para vender su fuerza de trabajo- se convirtió en una condición indispensable para la sobrevivencia de la explotación. Esta proletarización temporal es reveladora de que el sistema se encuentra en una grave crisis de reproducción: la capacidad productiva del sistema ha bajado y ya no permite ni siquiera la alimentación básica de la familia.

Si se considera que las condiciones de comercialización y ambientales no han cambiado de manera drástica, ¿cómo explicar esta situación a partir de las consideraciones hechas hace 5años?. ¿Qué pasó? La explicación reside en que no se había considerado el estado de todos los elementos del sistema de producción, y que por lo tanto no se percibió que en realidad, el sistema no se reproducía desde hace tiempo. Si es cierto que la fuerza de trabajo podía alimentarse, lo hacía en realidad en perjuicio del funcionamiento global del sistema: cada año se vendía más ganado menor para poder comprar alimentos, y por lo tanto el tamaño del hato iba disminuyendo.

A corto plazo, las consecuencias fueron múltiples para el sistema de producción. Por una parte, la fertilización de los suelos, que se hacía principalmente con abonos orgánicos ha disminuido, por la baja disponibilidad en estiércol de ganado menor. Por otra parte, a la hora de reemplazar uno de los bueyes de la yunta, que ya estaba viejo, el ahorro en cabezas de ganado menor no alcanzó para comprar una nueva yunta: posteriormente, los trabajos de preparación del suelo y de control de las malas yerbas ya no se realizaron de manera oportuna por las dificultades para conseguir un buey de complemento a tiempo.

Por tales razones, ya no se reproducían ni la artificialización del medio cultivado ni una parte de los instrumentos de producción, y en consecuencia los rendimientos bajaron. Desde luego, un miembro del grupo familiar tiene que emigrar periódicamente para conseguir parte de los ingresos económicos que ya no puede suministrar la explotación, es decir para permitir la reproducción del sistema de producción

5 El Sistema Agrario

El concepto de sistema agrario, a pesar de ser relativamente nuevo, es a menudo tema central de numerosos seminarios e investigaciones. Pero uno de los errores más frecuentes en su utilización es la de reducido a ser una simple envoltura de los otros conceptos sistémicos definidos (sistemas de cultivo, de crianza y de producción).

En realidad, si el enfoque sistémico se aplica realmente al análisis de las actividades agropecuarias a nivel de la comunidad y de la región, el concepto de sistema agrario aparece como algo que va mucho más allá de una mera envoltura.

El interés de tal concepto reside en que permite a los agrónomos y otros profesionales del medio agrícola considerar la región como un nivel de estudio en sí mismo. El análisis y la caracterización de las interrelaciones e interdependencias existentes entre los diferentes componentes de una sociedad rural, representan una fuente importante de informaciones para explicar el funcionamiento de las explotaciones. La utilización del concepto de sistema agrario representa un primer paso hacia una mejor integración de los análisis de tipo micro y macro-económico del medio agrícola. Permite evaluar en qué medida las condiciones regionales, nacionales e internacionales tienen incidencia en las actividades agropecuarias a nivel de las explotaciones.

5.1 La Organización Regional De Las Actividades Agrícolas Analizada Como Sistema

Una realidad agraria dada se caracteriza en primera instancia por ser un modo de explotación del medio, es decir una organización social específica que Influye la forma en que los campesinos -en interrelación con otros agentes económicos- explotan el ecosistema.

5.1.1 Definición

Esta definición permite subrayar que un sistema agrario es:

- un modo de organización que depende tanto de las condiciones ambientales como de las condiciones sociales vigentes;

- un producto histórico; es el resultado de un proceso de adaptación a la evolución de las condiciones políticas, económicas, sociales, técnicas y ambientales.


Se define el concepto de sistema agrario como:

"Un modo de explotación del medio, históricamente constituido, duradero; sistema dé tuerzas dé producción adaptado a las condiciones bio-climáticas de un espacio dado y que responde a las condiciones y necesidades sociales del momento” (MAZOYER, 1985).

5.1.2. Sus elementos constitutivos

La definición del concepto de sistema agrado nos permite recalcar sus 3 elementos constitutivos, que Influyen en la organización regional de la actividad agropecuaria:

- el ecosistema local: las características pedagógicas, climatológicas, hidrológicas,
etc...;

- las relaciones de sociales de producción y de intercambio: modalidades de gestión y de organización del trabajo, de producción, repartición y distribución de los bienes materiales;

- las fuerzas productivas: las tierras explotadas. Los Instrumentos de producción disponibles, la fuerza de trabajo y sus conocimientos técnicos.

5.2 Las Interdependencias Entre Elementos Constitutivos

Como todo sistema, una de las características fundamentales de un sistema agrario es la existencia de interacciones entre sus elementos constitutivos.

5.2.1 lnterdependencias entre las características de las relaciones sociales y del ecosistema local

Las lnterrelaciones existentes entre los componentes humanos y ambientales se plasman principalmente en la organización social existente para la utilización de los recursos naturales (JOUVE, 1988).

Por una parte, el modo de explotación del medio depende en gran medida de las reglas existentes en cuanto a la gestión de los recursos naturales:

- reglas de apropiación y utilización de los terrenos agrícolas: propiedad privada o comunal, usufructo personal o colectivo, etc ... ;

- reglas de gestión del uso del agua: distribución y reparto, construcción y mantenimiento "individual" o comunal de los sistemas de micro-riego, etc ... ;

- reglas de gestión de la explotación de las tierras de pastoreo, de los bosques, de la fauna silvestre, etc...

- etc...

Por ejemplo, en algunas regiones del Altiplano andino, para explotar las tierras de la comunidad, los productores tienen que seguir las reglas comunales que rigen la organización colectiva de la rotación de los cultivos. Cada año, las tierras cultivadas y en descanso son repartidas por las instancias comunales de manera ordenada en el espacio comunal. Así, se puede establecer zonas en las cuales todas las tierras están en descanso, y donde por lo tanto los rebaños pueden pastorear libremente sin perjudicar los cultivos.

De la misma manera, existen a menudo también fechas de finalización de las cosechas, fijadas por las instancias comunales, para permitir la apertura al pastoreo de todos los sectores cosechados (rastrojos) al mismo tiempo (BOURLIAUD, HERVE et al. 1988)

Pero por otra parte, no se debe olvidar que las características del medio local pueden influir en cierto grado sobre el tipo de organización social existente. Por ejemplo, en las regiones andinas, las condiciones climatológicas aleatorias hicieron necesaria una distribución de los terrenos agrícolas de cada productor en diversos pisos ecológicos. En efecto, el hecho de tener acceso a parcelas bajo condiciones ambientales diferentes permite que los productores minimicen los riesgos de perder todas sus cosechas en caso de fenómenos climáticos catastróficos. Sí el granizo o la helada destruye los cultivos en una parcela, las otras parcelas estarán menos afectadas y asegurarán algo de cosecha (BOURLIAUD, HERVE et al. 1988).

5.2.2 lnterdependencias entre las características de las relaciones sociales y de las fuerzas productivas

Por una parte, las modalidades sociales de gestión y de organización del trabajo influyen sobre las características de las fuerzas productivas existentes (los instrumentos de producción, la fuerza de trabajo y sus conocimientos, y el medio explotado).

En efecto, la existencia de relaciones de producción de esclavitud, de autoayuda familiar, de trabajos comunales o 'al partir', de dependencia entre minifundistas y latifundistas, etc.... pueden determinar en cierto grado el nivel de las fuerzas productivas.

Por ejemplo, la implementación de numerosas técnicas de artificialización del medio durante el período precolombino fue solamente posible gracias a la existencia de trabajos colectivos y a menudo forzosos: la construcción de terrazas y de los sistemas de micro riego no podía ser el resultado de un trato aislado de los productores.

Otro ejemplo es el de los productores que están en situación de tenencia precaria de la tierra o que explotan parcelas 'al partir' (el propietario presta la tierra, el productor pone la mano de obra y la cosecha se reparte entre los dos). Estos productores nunca van a realizar mejoras o implantar producciones perennes en sus terrenos. En efecto, como no están seguros de poder explotar la misma parcela los años siguientes, no tienen interés en invertir trabajo y recursos en ésta. Por lo tanto, la existencia de tales relaciones de producción en una región puede impedir la difusión de actividades frutícolas, de sistemas de micro-riego, de implantación de pastos forrajeros, etc.

Por otra parte, la utilización de ciertas prácticas agrícolas específicas puede influir también sobre las relaciones de producción vigente. La amplia difusión de las técnicas de cultivo de arroz inundado en Asia hizo necesaria la organización de Importantes trabajos comunales para el aplazamiento de los terrenos y la refacción anual de las acequias.

5.2.3 Interdependencias entre las características de las fuerzas productivas y del ecosistema local

Por una parte las características de las fuerzas productivas de un sistema agrario determinan la capacidad de los productores para dominar y transformar el ecosistema local.

En Europa regiones consideradas como poco aptas para la agricultura hace 50 años (caso de la Champagne “Pouilleuse” en Francia) se convirtieron posteriormente en Importantes regiones productoras de cereales. Los importantes medios de producción y conocimientos de los grandes propietarios les han permitido artificializar con provecho el ecosistema: aplanamiento de los terrenos, cambio de la estructura superficial de los suelos, compensación de la poca fertilidad natural de los suelos con la aplicación de abonos orgánicos y químicos, etc.

Por otra parte, las características del ecosistema local determinan en cierto grado tanto los conocimientos técnicos y los instrumentos de producción utilizables como la fuerza de trabajo necesaria para las actividades agrícolas. Por ejemplo, condiciones ambientales adversas dificultan la utilización de material genético “mejorado”: las semillas o las razas 'mejoradas' necesitan buenas condiciones ambientales para expresar realmente su potencial genético. De la misma manera, la utilización de tractores para la mecanización de las labores de cultivo está limitada por las condiciones ambientales: topografía muy accidentada que impide la utilización de tractores en pendientes mayores a los 10 %, ausencia de caminos que dificulta el desplazamiento de las máquinas, pequeña superficie de las parcelas que entorpece su trabajo, etc.

En tales condiciones, la imposibilidad de recurrir a medios de tracción mecanizada impone recurrir a una mayor utilización de mano de obra para las diferentes labores de cultivo correspondientes.

5.2.4 lnterdependencias entre el sistema agrario y el entorno nacional e internacional

Un sistema agrario nunca está aislado del resto del mundo sino que al contrario, se enmarca en el funcionamiento global de una sociedad.
.
Por ello, no se debe considerar un sistema agrario como un sistema cerrado: las características políticas, sociales y económicas del entorno nacional e internacional influyen también sobre su organización y su funcionamiento. Desde hace algunas décadas, el aumento de la emigración temporal de fuerza de trabajo representa una de las fuentes principales de cambio en la organización local de las actividades agropecuarias.

En el Altiplano de México, se atribuye a menudo la destrucción paulatina, desde hace algunas décadas, de las barreras anti-erosivas existentes en las parcelas con pendiente, al aumento del número de cabezas de ganado menor. El sobrepastoreo provocado por una carga animal excesiva estaría al origen de esta desaparición paulatina. En realidad, no se debe particularmente al aumento de la carga animal sino más bien al abandono de las labores comunales de mantenimiento de estas barreras anti-erosivas. Con el desarrollo del cultivo de cítricos para la exportación en el norte del país, los productores tienen más posibilidades de emigración durante los períodos locales de poco trabajo agrícola. Por lo tanto, las labores comunales de mantenimiento que se realizaban durante estos períodos ya no pueden ser llevados a cabo (VILLARET 1989).

De la misma manera, el aumento de la emigración temporal puede provocar una falta de mano de obra local en el momento de la siembra o de la cosecha. Por lo tanto, los productores que tienen problemas para contratar “peones” para estas labores deben cambiar sus prácticas para adaptarse a estas nuevas condiciones. Si bien es cierto que el fenómeno de la emigración plasma articularmente bien las relaciones existentes entre un sistema agrario y su entorno, no obstante no representa la única interrelación existente. El modo de explotación de un ecosistema está también influenciado por muchas otras condiciones sociales y económicas determinadas a nivel nacional e internacional: nivel de los precios internacionales de los productos agropecuarios, posibilidades de comercialización, existencia de reales políticas de fomento agrícola, calidad de la infraestructura vial, etc ...

En la realidad andina, un ejemplo evidente de la influencia de estos factores externos es el caso del cultivo de la coca. Si el mercado internacional de la cocaína no existiera, los productores no ampliarían sus superficies sembradas en coca, ya que la producción se destinaría solamente al consumo local de la hoja ...

5.3 El Sistema Agrario, Marco de un Juego de Fuerzas Contradictorias entre Diferentes Agentes Económicos

Si es cierto que la definición de Mazoyer nos parece la más adecuada para presentar el concepto de sistema agrario, sin embargo, nos parece necesario especificar una de sus consideraciones: el sistema agrario "responde a las necesidades sociales del momento".

El hecho que la explotación agropecuaria de una región busque satisfacer las necesidades sociales de los diferentes agentes económicos involucrados, no debe ocultar que una sociedad nunca es homogénea: está constituida por actores que tienen intereses diferentes y a menudo opuestos.

Así, como en todo sistema, existen contradicciones internas en el funcionamiento de los sistemas agrarios: las interrelaciones entre sus diferentes sub-sistemas –sistemas de producción, de comercializaci6n, etc...- tienen discrepancias.

En efecto, cada tipo de agente económico busca en primera instancia explotar el ecosistema para su mejor provecho, y por lo tanto trata de influir sobre la organización regional de esta explotación de manera que le beneficie en mayor grado.

Por ejemplo, los productores que recurren temporalmente a mano de obra asalariada no tienen ningún interés en que estos asalariados -que son productores que venden su mano de obra porque su explotación no genera suficientes ingresos- mejoren sus ingresos agrícolas. En efecto, en este caso, ya no tendrían acceso a esta mano de obra asalariada o tendrían que pagarla más.

De la misma manera, los productores que tienen medios de transporte (burros, mulas) y que los alquilan a cambio de días de trabajo, no tienen ningún interés en que un proyecto permita a otros productores comprarlos a crédito: eso les quitaría acceso a una mano de obra gratuita. Más evidente es todavía la oposición de los intereses de los productores y de los comerciantes, de los terratenientes y de los minifundistas, etc..

La importancia de tomar en cuenta la divergencia entre los intereses de los diferentes agentes económicos en el análisis de un sistema agrario cobra particular significación cuando de requiere implementar acciones de desarrollo. El apoyo a ciertos sectores del campesinado trae consigo a menudo repercusiones negativas para otros agentes económicos por lo tanto siempre es necesario analizar estas posibles repercusiones y sus consecuencias.

En Bolivia, un proyecto decidió introducir tractores en una zona de buen potencial para la producción de cereales. Esta introducción se hizo a raíz del pedido de productores locales, a sin de poder sembrar mayor superficie. Esta introducción se hizo de manera exitosa, pero rápidamente surgió un nuevo problema que no habían previsto los técnicos: a las grandes explotaciones que producían cereales les faltaba ahora mano de obra en el momento de la cosecha ¿Qué paso?

Antes de la introducción de los tractores, las diferentes labores culturales eran realizadas por “peones”, es decir por los productores más pobres de la zona, que tenían que ir a trabajar a fincas más grandes para completar sus ingresos agropecuarios insuficientes.

La difusión de un medio de tracción mecánica ha quitado gran parte de esta fuente de trabajo y muchos de los productores que dependían de este ingreso para sobrevivir, han dejado la zona para emigrar definitivamente. Lógicamente eran los mismos que realizaban las cosechas, y desde luego faltaba mano de obra para este trabajo.

El proyecto ha realizado un error de importancia, porque no se había analizado la organización y el funcionamiento de las actividades agrícolas al nivel de la región como sistema.

En efecto, no había tomado en cuenta la existencia de interrelaciones funcionales entre los diferentes sistemas de producción. Como a menudo estas interrelaciones son relaciones de interdependencias, un cambio en el funcionamiento de un sistema de producción puede tener repercusiones importantes sobre el funcionamiento de los otros sistemas de producción existentes.

Además, el proyecto no se había dado cuenta que esta acción correspondía solamente a los intereses de los más ricos y no de la mayoría de los productores: en un sistema agrario, el interés de unos no siempre corresponde al interés de la mayoría de los productores... (BEURET, 1991).

5.4 La Dinámica De Evolución De Un Sistema Agrario

Un sistema agrario es un producto histórico. La forma bajo la cual se organiza la explotación del medio resulta de un largo proceso de adaptación a la evolución del ecosistema local, de las fuerzas productivas, de las relaciones de producción y del entorno socio-económico.

Para entender la organización de las actividades agropecuarias y los problemas existentes es imprescindible conocer la dinámica de evolución responsable de la situación actual. En efecto, si a primera vista el funcionamiento de un sistema agrario puede parecer idéntico desde hace décadas, en realidad siempre está en cierta evolución, es decir en un proceso de transformación a raíz de las contradicciones Internas existentes y perturbaciones provenientes de su entorno.

En muchas regiones andinas, el aumento de las posibilidades de migraciones temporales tiene importantes consecuencias sobre la organización comunal, y por lo tanto sobre el funcionamiento de las explotaciones. En un primer tiempo, los trabajos de interés colectivo van disminuyendo por la competencia que existe ahora con la migración por la utilización de la fuerza de trabajo: estos trabajos comunales tienen ahora un importante costo de oportunidad. Así, el mantenimiento de las infraestructuras (sistema de micro riego, tenazas, etc... ) se debilitan, con los problemas consecuentes para las actividades agrícolas.

Luego, esta pérdida paulatina de la cohesión comunal puede favorecer, por ejemplo, a ciertos productores que buscan manejar de manera individual las tierras o ya no seguir las reglas comunales de rotación de cultivos, lo que puede provocar la desorganización paulatina de las áreas comunales de pastoreo, el cambio del tipo de rotación, la introducción de cultivos perennes, etc ..

El análisis bebe identificar las diferentes fases de la evolución de cada elemento del sistema agrario y, para cada una, los factores más determinantes, los elementos motores, y las condiciones que permitieron los cambios.

HISTORIA AGRARIA

Evolución del Evolución de las Evolución de las relaciones
Sistema local fuerzas productivas sociales

Variación Variación Variación de las
Micro regional del De las fuerzas relaciones sociales entre
Ecosistema productivas existentes agentes económicos
En las explotaciones

Modo actual de explotación del medio
Diferenciación socioeconómica de los
Sistemas de producción


Evolución probable

Como lo muestra el ejemplo precedente, la caracterización de ésta dinámica permite además un análisis prospectivo en cuanto a la probable evolución -a corto y mediano plazo- del sistema agrario.
El conocimiento de ésta posible evolución cobra particular importancia en el caso de la preparación y ejecución de un proyecto de desarrollo. En efecto, las acciones implementadas tienen que tomar en cuenta el desarrollo en curso para acompañado, o al contrario modificarlo y reorientarlo en un sentido más favorable para los beneficiados del proyecto (BONNEMAIRE y JOUVE, 1989).

6. Sistema de Cultivo y Sistema de Crianza

Se considera generalmente que hay UNA (o quizás dos...) 'buena' manera de cultivar cada una de las diferentes especies vegetales o de criar animales. En consecuencia el papel de los agrónomos y de los zootecnistas es codificar el conjunto de las técnicas correspondientes, el de los estudiantes aprenderlas de memoria y por fin el de los campesinos aplicarlas sin discutirlas mucho.

Este planteamiento normativo no puede ser considerado como una real reflexión científica. Se trata de la elaboración y de la aplicación de recetas sin un análisis cabal de la realidad agrícola (SEBILLOTTE, 1987)

Estas 'recetas' técnicas son elaboradas a menudo en un medio productivo muy controlado -centros de investigación o fincas experimentales- y con poca restricción en cuanto a los recursos financieros.

Estas condiciones no tienen ninguna similitud con las reales condiciones de producción del pequeño y mediano campesinado. En efecto: - los productores tienen recursos financieros limitados; - el medio explotado es muy heterogéneo; - la elección de técnicas por un productor depende tanto de las características de la parcela y de la explotación como de las condiciones socio económicas de producción.

Las consecuencias de este desfase entre las condiciones de elaboración y las condiciones de aplicación se plasman en los importantes problemas encontrados en los proyectos de transferencia tecnológica.

Entonces, antes de criticar y de aconsejar a los productores, se necesita evaluar las razones de ser de las prácticas existentes. Se necesita reunir y ordenar los conocimientos relativos a los múltiples factores que influyen en la producción de una especie vegetal o animal en un espacio dado. Así, los conceptos de sistemas de cultivo y de crianza fueron elaborados para permitir analizar de manera más rigurosa cómo un productor combina en diferentes subsistemas los diferentes elementos constitutivos de su sistema de producción, para lograr la producción de especies y animales.

6.1 El Concepto De Sistema De Cultivo

6.1.1 Los elementos constitutivos del sistema de cultivo

La aplicación del enfoque sistémico a nivel de la parcela cultivada busca enfatizar el análisis de las interacciones existentes entre los diferentes elementos que determinan el rendimiento final de un cultivo dado:
- las condiciones ambientales: las características físicas, biológicas, químicas y cismáticas de la parcela;

- la población vegetal existente: las características de las diversas especies vegetales presentes (especie cultivada y malezas);

- la fuerza de trabajo: grupo familiar, mano de obra asalariada, y sus conocimientos técnicos

“El conocimiento de estas interacciones hace posible la elección de diversas vías para hacer funcionar este sistema: el papel de las prácticas puede ser analizado y así su inserción en el sistema puede ser discutida" (SEBILLOTE, 1978).

6.1.2 Los conceptos de Itinerario técnico y de efecto residual

Un primer concepto elaborado con miras a permitir el análisis de estas relaciones y de las operaciones culturales implementadas por el productor es el concepto de ITINERARIO TECNICO.

Un Itinerario técnico se define como: "La combinación lógica y ordenada de técnicas culturales, que permiten controlar el medio y obtener una producción agrícola" (SEBILLOTE, 1974).

Este concepto nos lleva a buscar analizar cómo un productor trata de controlar su medio productivo mediante las técnicas a su disposición.

Por ejemplo, en el caso de la lucha contra las malezas, el productor puede recurrir a numerosas técnicas diferentes, en cuanto a la:

- preparación del suelo: el barbecho con arado de vertedera permite una mayor destrucción de las malezas que el barbecho con arado egipcio;

- densidad de siembra: hay teóricamente más riesgos de invasión de malas yerbas en densidades bajas que altas;

- determinación de fecha de siembra: se puede buscar desplazar la posición del ciclo cultural en comparación con los ciclos de las diferentes malezas;

- fertilización: según el modo de aplicación y las fechas de aplicación de los abonos, las malezas aprovechan más o menos los nutrientes otorgados;

- lucha directa, por la utilización de productos químicos, por el deshierbe manual, la utilización del arado, etc.. (AUBRY, 1990)

Para entender la razón de ser de la combinación elegida por un productor, se debe considerar el conjunto de características de la parcela cultivada: condiciones ambientales, tipo de población vegetal presente y fuerza de trabajo disponible. Así según estas características, para un mismo objetivo técnico (control de las malezas, preparación de la tierra para la siembra, etc... ) puede corresponder una combinación diferente de técnicas.

Es importante subrayar que se habla de “combinación” y no solamente de sucesión: no se puede analizar una técnica de manera aislada, sin tomar en cuenta el conjunto de técnicas aplicadas para lograr el resultado deseado. Por lo tanto, no se puede hablar de antemano y de manera normativa de UNA técnica más 'eficiente" que otra.

Además, la explotación de una parcela se traduce por una sucesión de diferentes poblaciones vegetales a lo largo del tiempo. Las características biológicas, físicas y químicas de la parcela están igualmente determinadas, en un cierto grado, por el tipo de población vegetal precedentemente cultivado.

Esta consideración llevó a definir otro concepto de base, el concepto de “EFECTO RESIDUAL” de un cultivo: “La variación de los estados del medió (biológicos, físicos y químicos) entre el principio y el fin del cultivo considerado, bajo la Influencia conjunta de la población vegetal, de las técnicas aplicadas y de las Influencias cismáticas' (AUBRY 1990).

El itinerario técnico del cultivo de una especie vegetal depende también del, efecto residual' de la especie que se cultivó anteriormente en la misma parcela. Por ejemplo, el efecto residual de un cultivo se puede traducir por:

- una cantidad más o menos elevada de nitrógeno asimilable. Depende de la naturaleza del cultivo (leguminosas o no), de las condiciones de cultivo (nitrógeno absorbido en función al desarrollo vegetativo y al nivel de fertilización) pero también de las condiciones cismáticas (cantidad de lluvia...);

- la presencia más o menos importante de malezas. Depende de la naturaleza del cultivo y de las técnicas aplicadas para combatirlas;

- una estructura del suelo diferente. Depende de la naturaleza del cultivo (colonización profunda o superficial del suelo por las, raíces) de las técnicas de preparación del suelo y de las condiciones hídricas durante la cosecha, en caso de que sea mecanizada (AUBRY, 1990).

En consecuencia, no se puede analizar las técnicas aplicadas por un producto sin considerar el tipo de rotación de cultivos existente en la parcela. Según el cultivo anterior y su efecto residual, el estado de la parcela será diferente, y por lo tanto las técnicas empleadas en el cultivo posterior tienen que tomar en cuenta estas variaciones.

Se reunió estas consideraciones y los conceptos correspondientes en un solo concepto operativo, el de sistema de cultivo, el cual se define como: El conjunto de modalidades técnicas utilizadas sobre una superficie de terreno manejada de manera homogénea, que se caracteriza por la naturaleza de los cultivos, su orden de sucesión y los Itinerarios técnicos aplicados (adaptado de SEBILLOTE, 1982).

6.2 El Concepto de Sistema de Crianza

La aplicación del enfoque sistémico al análisis de la actividad pecuaria permite modernizar su funcionamiento como un sistema constituido por los 3 elementos siguientes:

- el rebaño, caracterizado principalmente por su composición (especies, razas, etc...), su tamaño y su propósito (carne, leche, tracción);

- los recursos alimenticios, constituidos principalmente por las tierras de pastoreo y los forrajes cultivados;

- la fuerza de trabajo: grupo familiar, mano de obra asalariada y conocimientos técnicos.



El concepto de sistema de crianza se define como: El conjunto de elementos en interacción dinámica, organizados por un productor en vista de valorizar recursos vegetales por medio de animales domésticos (LANDAIS, 1986, traducción del autor).

6.3 Las Interrelaciones Entre Sistemas de Cultivo y Sistemas de Crianza

Las actividades agrícolas y pecuarias están a menudo interrelacionadas: muchas veces los productores buscan utilizar sub-productos agrícolas para las actividades pecuarias y vice-versa. En consecuencia, para entender el funcionamiento de los sistemas de cultivo y de crianza, se tiene que tomar en cuenta también este interés de utilizar sub-productos de las actividades agrícolas y/o pecuarias.

Por ejemplo, en muchas comunidades andinas, la principal fuente de fertilización de los campos cultivados es el estiércol del ganado menor. Para aprovechar al máximo este estiércol, los productores hacen regresar cada día sus hatos cerca a sus casas después del pastoreo. De tal manera, pueden guardarlos en corrales donde se amontona el estiércol. Es cierto que tal práctica limita las zonas donde se puede pastorear (los animales tienen que poder hacer la ida y vuelta en el día); pero en las condiciones vigentes, la necesidad de recuperar sus direcciones lo impone (PRADEAT. 1989)

De la misma manera en un valle del Altiplano de México, los productores se niegan a adoptar nuevas técnicas de cultivo para el maíz, en particular una densidad de siembra más baja que la que utilizan tradicionalmente. En esta región, donde las precipitaciones anuales son del orden de los 500 mm., los rastrojos de maíz representan la única fuente de alimentación para el ganado durante los 7 meses de temporada seca. La importancia de los rastrojos llega a tal punto que una hectárea de rastrojo de maíz tiene un valor de venta equivalente al de los granos cosechados en la misma superficie. En consecuencia, los productores no quieren adoptar técnicas de cultivo que aunque aumentarían el rendimiento en grano tendrían al contrario un efecto negativo sobre la cantidad de rastrojos. Los productores implementan un sistema de cultivo de maíz que les permite equilibrar tanto la producción de granos como la de rastrojos (VILLARET, 1989).

6.4 La Inserción de los Sistemas de Cultivo y de Crianza en el Funcionamiento Global de la Explotación

No se puede considerar a los sistemas de cultivo y de crianza como sistemas cerrados. Su funcionamiento depende a menudo de las características globales de la explotación, y por lo tanto de los objetivos del productor.

De la misma manera, la elección de itinerarios técnicos y de un tipo rotación no depende solamente de los componentes ambientales y poblacionales. El funcionamiento de un sistema de cultivo depende también de las características del entorno de la parcela, es decir, de las características del sistema producción.

Las características de los recursos vegetales influyen sobre el tipo de sistema de crianza implementado. Muchas veces, la actividad pecuaria no se realiza en un espacio físico dado de la unidad de producción: los animales suelen pastorear en tierras que no pertenecen a la explotación.

Podemos tomar el caso de los productores que crían vacas lecheras, pero con diferentes sistemas de crianza. Uno busca agrupar todos los partos de su hato en la temporada húmeda para poder aprovechar al máximo la oferta forrajera. Al contrario, el otro no controla la preñez de sus vacas, teniendo así partos todo el alto. En consecuencia, algunas de sus vacas tienen un déficit alimenticio por la necesidad de alimentar a su ternero durante la temporada seca No se tiene que considerar a priori que las prácticas del primero son más eficientes o lógicas que las del segundo. Para entender las razones de ser de esta ausencia de prácticas de control de preñez se tiene que tomar en cuenta las características de la explotación.

De hecho, el objetivo de este segundo productor es tener una producción lechera repartida sobre todo el año porque, al contrario del otro, no tiene otras fuentes regulares de ingreso monetario. La leche representa su única fuente de ingresos diarios para pagar los diferentes gastos del grupo familiar. Por lo tanto no tiene interés en agrupar todos los partos, lo que provocaría una falta de ingresos en una temporada del año. (DUMAZERT y LEVARD, 1989)

En consecuencia, el productor no puede realmente controlar la oferta forrajera, que varía tanto de un lugar a otro como en las diferentes temporadas del año. Siempre tiene que considerar las variaciones espaciales y temporales de la oferta forrajera para organizar sus actividades pecuarias.

Por ejemplo, el mayor período de venta de animales se ubica, en la mayoría de los casos, antes de la temporada seca. Es la época en que están en el mejor estado físico, después de haber aprovechado la existencia de una gran cantidad de pastos durante la época de lluvia. Los productores no tienen interés en mantener un número importante de animales durante la época seca: la falta de forrajes favorece una mortalidad más importante.

El funcionamiento del sistema de crianza depende de los objetivos del grupo familiar. La actividad pecuaria es una actividad pluri anual y en comparación con el vegetal, el animal puede tener varios “estatutos":

- el de productor porque produce leche y crías;
- el de fuente esbércol para la reproducción de la fertilidad de los suelos;
- el de fuerza de tracción;
- el de producto por su utilización final como carne (venta o consumo familiar). Además -a diferencia de los vegetales- se puede postergar su utilización al cabo de varios años.

Así, una actividad ganadera puede tener varios propósitos- ' - la generación de ingresos por la venta de leche o de crías; - la generación de materia orgánica para los terrenos cultivados; - el suministro de fuerza de tracción; - la conformación paulatina de un capital, por el aumento del tamaño del hato.

El principal propósito de una actividad ganadera depende de los objetivos del productor, y a cada propósito corresponden sistemas de crianzas diferentes.

Por ejemplo, es cierto que la 1 ganadería extensiva de caprinos y ovinos no genera ingresos importantes. Los animales no cuentan con un cuidado sanitario adecuado no tienen acceso a forrajes de buena calidad y la vigilancia está a cargo de niños o ancianos: por todas estas razones, la producción de leche y de crías es baja.

Pero el principal objetivo de los productores para tal tipo de ganadería no es conseguir ingresos regulares. Es, en realidad, la conformación de un capital que permita por su utilización puntual financiar inversiones productivas o acontecimientos sociales.

Como ya lo hemos visto precedentemente, el hato representa una real caja de ahorro. Por la compra de animales se invierten los excedentes de las actividades agrícolas; el capital acumulado rinde un interés: las crías; su utilización es fraccionable: se puede vender una o diez cabezas según las necesidades; y su valor está protegido de los efectos de la inflación.

Al contrario, cuando los ingresos diarios de una explotación dependen casi exclusivamente de la producción lechera de unas vacas, el productor va a recurrir a un sistema de crianza más intensivo: cuidados sanitarios más importantes, alimentación más equilibrada, etc ...

En Haití, los campesinos suelen sembrar en el mismo hueco maíz, una leguminosa semi-arbustiva: gandul (Cajanus cajan) y sorgo. Así, durante la estación de lluvia el maíz se desarrolla y el gandul desarrolla sus raíces bajo su sombra. Una vez cosechado el maíz, el gandul puede crecer, aguantar la sequía y permitir una cosecha a pesar de la temporada seca. El rendimiento del sorgo, ampliamente dominado durante su ciclo vegetativo por el maíz, es netamente bajo.

Un proyecto propuso a los campesinos como primer paso sembrar solamente maíz con semillas -mejoradas-. Ellos se negaron a aplicar esta solución; la razón se evidenció luego en base a entrevistas con estos mismos productores.

En efecto, la asociación de los 3 cultivos se enmarca en la estrategia de estos pequeños productores que buscan minimizar los riesgos de mala cosecha: esta asociación representa un 'seguro' de cosecha. Si por cualquier razón (climática o fitosanitaria) el maíz no se desarrolla bien, el sorgo, que no tiene las mismas características fisiológicas, permitirá algo de cosecha, sobre todo estando menos dominado por el maíz. Además el cultivo del gandul en asociación obtener una cosecha durante la época seca.

Así, las asociaciones de cultivos en una misma parcela son prácticas que se enmarcan en una estrategia de minimización de los riesgos: permiten garantizar, a pesar de posibles problemas, un mínimo de cosecha. Luego el mismo proyecto propuso sembrar semillas 'mejoradas' de maíz en asociación con e gandul. Los productores aceptaron pero los resultados de esta asociación fueron malos: el maíz y el gandul se hicieron competencia.

Por este hecho, el maíz no se desarrolló bien y el gandul, que no tenía una raíz bastante desarrollada no aguantó la sequía. En este segundo caso no se consideró lo suficiente las relaciones
interespecies existentes en esta asociación, es decir que no se tornó en cuenta las características de la población vegetal del sistema de cultivo. Si la variedad local está bien adaptada a esta asociación después de décadas de selección campesina, la variedad 'mejorada' propuesta no lo estaba.

Antes de tratar de difundir una variedad mejorada, hubiera sido necesario realizar ensayos en “medio real” con campesinos, para seleccionar la variedad mejorada más adaptada a los requerimientos de esta asociación (DUFUMIER, 1985 Y 1989)


7. El Desarrollo Agrícola

Sin querer entrar en el debate teórico sobre el tema de las causas del subdesarrollo y de su agudización, parece sin embargo Imprescindible precisar el concepto de desarrollo agrícola. En efecto, es un término muy utilizado en el medio profesional. Por lo que a menudo nadie considera necesario precisado. Pero ¿cómo actuar sin saber exactamente lo que se busca?

7.1 Una Transformación Tanto Técnica Como Socio-Económica De Las Condiciones De Producción

El concepto de "desarrollo agrícola" -como sinónimo del término "desarrollo agropecuario"- hace referencia a transformaciones y evoluciones tanto cuantitativas como cualitativas del proceso de producción agropecuaria.

Se puede definir el desarrollo agrícola como: Un cambio progresivo del proceso de producción agropecuaria que va en el sentido de un mejoramiento:
- de la artificialización del ecosistema;
- de los Instrumentos de producción disponibles (mecánicos y genéticos);
- de las técnicas empleadas;
que a su vez se traduce en un mejoramiento de las condiciones de trabajo y en la satisfacción de
requerimientos sociales" (MAZOYER, 1985).

Nos parece importante subrayar que el concepto de 'desarrollo rural' abarca además el mejoramiento de todos los otros aspectos ligados con la vida en el medio rural: vías de comunicación, electricidad, agua potable, educación, salud, etc... El mejoramiento de los diferentes elementos constitutivos de los sistemas de producción no es un fin en sí: la real finalidad del desarrollo agrícola es mejorar la satisfacción de los requerimientos sociales y las condiciones de trabajo de los productores, lo que podríamos también llamar su nivel de vida. Lo anterior sucede de manera cada vez más general por medio de un aumento de sus ingresos.

Pero, el proceso de producción agropecuaria no es una mera práctica técnica sino más bien, una práctica social. Interrelaciona a numerosos agentes económicos con intereses diferentes. Como lo hemos visto, estas interrelaciones suelen influir de manera importante en el funcionamiento de las explotaciones agropecuarias.

Por lo tanto, esta precisión nos lleva a completar la definición de Mazoyer: al lado de las transformaciones internas de los sistemas de producción, se necesita, lógicamente, transformaciones en el entorno socio-económico.

“... a menudo se tiende a restringir demasiado el desarrollo agrícola a unos – límites agrícolas meramente técnicos. Esta visión 'tecnicista es equivocada. Desarrollo agrícola y transformaciones sociales, económicas y culturales están estrechamente ligados...” (BONNEMAIRE, JOUVE et al.. 1989). Adaptado de BONNEMAIRE y JOUVE. 1989

El hecho de considerar que son necesarias transformaciones socio-económica para permitir un desarrollo agrícola nos permite subrayar que se tiene del desarrollo agrícola nunca es neutra. En efecto, como lo hemos visto en el análisis del funcionamiento de los sistemas agrarios, los diferentes agentes económicos tienen intereses y objetivos diferentes, que son a menudo opuestos. Así, si estas transformaciones necesarias favorecen a los pequeños y medianos productores, no hay que dudar que tendrán por otra parte repercusiones negativas sobre los otros agentes económicos.

Para entender este planteamiento pensemos por ejemplo en los procesos de Reforma Agraria. Sí se considera que la redistribución de tierras es una medida necesaria al desarrollo agrícola de un país, la decisión de aplicar tal medida es siempre una decisión política. ¿A qué sectores sociales se quiere favorecer?

En efecto, si es cierto que su aplicación cabal va a favorecer el desarrollo del pequeño y mediano campesinado, sus consecuencias directas perjudicarán a los grandes terratenientes.

De manera similar, se puede pensar en la implementación de:
- redes estatales de comercialización de productos agrícolas, (como la INMECAFE en México): aseguran un precio ' justo' y estable, pero desfavorecen a los comerciantes que tenían hasta la fecha prácticamente el monopolio local,

- sistemas de crédito destinado a los pequeños campesinos: Tal acción perjudica a los otros agentes económicos que prestaban dinero o servicios a cambio de intereses muy altos o jornales de trabajo;
- etc..

"En realidad, el llamado desarrollo agrícola no hace referencia simplemente a un problema técnico; ni siquiera es principalmente un problema técnico. Se trata de un proceso socio económico y político que está desde luego íntimamente relacionado con el tipo de sociedad que deseamos (DIAZ POLANCO, 1981),

7.2 La generación de procesos autónomos a mediano plazo

7.2.1 El desarrollo agrícola no es asistencialismo o paternalismo

Para contribuir realmente al desarrollo agrícola de un ámbito geográfico, las intervenciones de los proyectos deben generar procesos autónomos: los resultados tienen que perenizarse a mediano y largo plazo. Las unidades de producción son los principales actores del desarrollo. Son ellas quiénes lo generan y el papel de los agentes exteriores (ONGS. Estado, Cooperación Internacional, etc...) es solamente participar a este proceso de desarrollo, creando las condiciones necesarias para hacerlo posible.

Esta precisión parece necesaria ya que a menudo proyectos de desarrollo agrícola confunden desarrollo con asistencialismo o paternalismo. Crear relaciones de dependencia entre un proyecto y sus beneficiarios no es participar al desarrollo agrícola, porque esta intervención exterior no genera procesos autónomos. Por ejemplo, apoyar a campesinos en la recuperación de tierras ilegalmente expropiadas por grandes propietarios representa un real desarrollo solamente al mismo tiempo se capacita una organización campesina de manera que sea capaz de seguir apoyando a los beneficiarios Y defendiendo sus derechos. Si no es el caso, los productores seguirán necesitando un apoyo exterior permanentemente. Por la misma razón, no participan al desarrollo agrícola de una región (aunque sean necesarios en casos extremos):

- la distribución gratuita de productos alimenticios;
- la asistencia veterinaria permanente;
- la construcción 'todo gratis" de obras de micro riego;
- la entrega de semillas de variedades “mejoradas "de papa;
- etc...

Al contrario, participan al desarrollo agrícola:

- el mejoramiento de los sistemas de cultivo en colaboración estrecha con los beneficiarios: los campesinos adoptan y dominan técnicas que les permiten mejorar sus ingresos;

- la capacitación de promotores veterinarios comunales. Son los propios campesinos los que aseguran a la larga los controles sanitarios de sus rebaños y la designación, control y supervisión de estos promotores;

- la participación efectiva de los beneficiarios locales en la construcción de infraestructuras. Los productores no son agentes pasivos sino, al contrario, los actores de su propio desarrollo, gracias al asesoramiento técnico;

- la instalación de parcelas comunales tanto de validación y multiplicación de semillas de variedades "mejoradas" como de selección de semillas locales. Los campesinos tendrán un acceso continuo a semillas de mejor calidad, sus técnicas de selección se verán reforzadas, no se perderá la diversidad genética de las semillas locales, etc... ;

'Si tengo hambre y me das un pez, comeré un día. Si, al contrario intercambiamos nuestros conocimientos para que pueda pescar mejor, comeré toda mi vida...' (adaptado de un dicho africano).

7.2.2 La Intervención exterior debe generar procesos auto-sostenibles

La intervención de un proyecto en una zona tiene que ser limitada en el tiempo, por evidentes razones financieras y éticas: no se puede concentrar recursos escasos de manera indefinida en una zona, dejando otras poblaciones campesinas fuera de toda intervención. En consecuencia, la intervención debe permitir un desarrollo auto-sostenible a mediano plazo.

- Desde el punto de vista económico:

Una acción de crédito para cultivos no genera un proceso de desarrollo si el proyecto que lo implementa no organiza, a corto plazo, una caja comunal de ahorro/crédito.

Efectivamente, sin esta caja, este apoyo a la producción no puede perdurar después de la salida del proyecto. De la misma manera, la comercialización de nuevos cultivos o producciones animales introducidos en una zona no puede depender del proyecto, o de un solo comerciante. Si la única fuente de comercialización desaparece, o reduce las cantidades compradas, los productores no podrán vender en buenas condiciones sus productos y la acción será un fracaso a mediano plazo.

- Desde el punto de vista social:

Cuando una acción interrelaciona numerosos productores en su aprovechamiento diario, el fortalecimiento de la organización campesina representa un punto crucial para su serenidad a corto y mediano plazo. Por ejemplo, la construcción de un sistema de riego representa un real desarrollo solamente sí el proyecto influye para que los turnos de agua sean organizados y fijados por los beneficiarios mismos. En efecto, si tal organización no existe, el aprovechamiento del sistema de riego puede estar comprometido a corto plazo por problemas de pugnas en la distribución del agua.

- Desde el punto de vista ecológico:

Si es cierto que el mejoramiento de los medios de labranza permite a veces aumentar la superficie cultivable cada año, este mejoramiento no es siempre sinónimo de desarrollo. Si los productores no tienen la posibilidad de mantener la fertilidad de estos nuevos terrenos, el efecto económico a mediano plazo de esta acción va a ser débil, puesto que los rendimientos van a ser débiles puesto que los rendimientos van a bajar y en consecuencia también los ingresos.

Pero si se considera tal acción desde el punto de vista ecológico, sus efectos provocan en realidad un contra-desarrollo. En efecto, hay degradación del potencial productivo de las nuevas tierras y degradación del medio ambiente. Esta degradación va a favorecer los fenómenos de erosión y destrucción de la capa arable, contra los cuales es difícil y costoso luchar.

7.2.3 La Intervención exterior debe generar procesos dominados por los propios productores

Los productores no pueden depender de terceras personas para poner en práctica sus actividades: a mediano plazo tienen que dominar técnica, económica, social y jurídicamente - ya sea individualmente o mediante sus organizaciones - los cambios introducidos en su proceso de producción agropecuaria. La introducción de nuevas técnicas agropecuarias representa un real desarrollo agropecuario si - y sólo si - los productores se apropian de estas técnicas. Apropiarse de una técnica no quiere decir solamente saber aplicarla, sino sobre todo dominarla, es decir saber solucionar los principales problemas que puedan surgir a mediano plazo en su aplicación.

Por ejemplo, la difusión de pequeñas máquinas para mejorar la preparación del suelo, la lucha contra las malas yerbas o la trilla de los productos cosechados representa un desarrollo únicamente si los productores están capacitados para arreglarlas en caso de que se descompongan.

Por la misma razón, la conformación de organizaciones campesinas tiene que buscar asegurar la permanencia de los mecanismos de participación demográfica de las bases en las decisiones tomadas. La Intervención de personas ajenas a las comunidades no debe ser necesaria para que la organización cumpla su papel

Conclusión
Numerosos son los fracasos en proyectos de desarrollo agrícolas bien intencionados, causados por la ausencia de un conocimiento idóneo del medio agrícola en el cual quieren actuar.

La conclusión evidente es que no podemos contentarnos de un conocimiento superficial y empírico si queremos participar realmente en el desarrollo socioeconómico de un ámbito geográfico determinado.

Las consideraciones teóricas y conceptuales presentadas en este documento deben incitarnos a renunciar a actitudes normativas en nuestro trabajo diario con los campesinos: no existen recetas y tampoco soluciones 'buenas" de manera absoluta.

Así, los conceptos de sistemas agrario, de producción, de cultivo y de crianza, son conceptos operativos, es decir herramientas que fueron elaboradas para permitir orientar la acción. Deberían representar una de las bases fundamentales de todo análisis cabal y de todo diagnóstico de una realidad agraria.

Pero vale indicar que estos conceptos, y por lo tanto la ciencia de desarrollo agrícola que fundamentan, no deben ser considerados como inmutables: Se debe siempre buscar perfeccionarlos para mejorar la comprensión del funcionamiento del medio agrícola y así mejorar nuestra acción.

Esta necesaria evolución proviene del movimiento dialéctico entre el trabajo de conceptualización y la práctica misma en los proyectos de desarrollo. Su utilización diaria en el campo por los profesionales será la que permita juzgar su validez, y al mismo tiempo, será fuente de su evolución por las precisiones que podrá fomentar.
Bibliografía
“Los libros están llenos de los que han precedido. La originalidad está rara vez en las ideas más frecuentes en la manera de presentarlas.”

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[1] Los comentarios en letra cursiva y entre corchetes son anotaciones mías.
[2] [Para la agroecología, al menos es mi propuesta, por Práctica Campesina debemos entender el conjunto de decisiones y actividades mediante las cuales las campesinas y campesinos transforman, de manera armoniosa y amorosa con las naturaleza sus condiciones materiales de vida, al mismo tiempo que de ese proceso de transformación emerge un nuevo SER humano]

¡Salvemos a la Pachamama!

Creemos en ti vida.
Creemos en la agroecología, la ciencia subversiva
Creemos en nosotros, condición para creer.
Creemos en la naturaleza, madre de todos.
Creemos en el aire, en el calor, en las estrellas.
Creemos en los pájaros negros, rojos, multicolores.
Creemos en la danza de la corocora al compás del silencio.
Creemos que los peces caen del cielo, como lo cree el llanero que pisa en Camaguán los esteros.
Creemos que el yocoyoco cura la culebrilla.
Creemos en el rezo que espanta los gusanos del maizal.
Creemos en el duende que hacía reír con sus morisquetas al niño que éramos.
Creemos en la tertulia de las ranas y los grillos contándose de noche los chismes del día.
Creemos en la cigarra que se esconde muchos años a ensayar su único canto.
Creemos en la Mantis y el zángano, machos que entregan su vida a su hembra amando.
Creemos tanto en el día como en la noche misma: son fieles, leales, nunca se esconden aunque se huyen.
Creemos en la quijotesca tarea del Hombre Árbol de Araure, Gonzalito: quiere preñar de vida toda la tierra con sólo sus manos.
En fin juramos convertir nuestro aliento en simiente eterno.
Juramos respetar a la Pachamama y sus hijos como nuestra madre y hermanos
Juramos reencarnar Curupira, protector de la naturaleza.
Juramos volvernos montaña
Juramos convertirnos en productores agua, oxígeno y vida
Juramos engendrar, desde el alma yerta, el espíritu del hombre nuevo.

Si no cumplimos mataremos a la Pachamama y moriremos con ella.

Y seguiremos creyendo, es nuestra esencia